* Propuso medidas como monitoreo y rastreo de armas; mayores controles fronterizos y autorregulación de empresas privadas *En los próximos días, México impulsará una resolución en el Consejo de Seguridad contra el contrabando de arsenales
MÉXICO.- En la sede de la Organización de las Naciones Unidas, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, llamó hoy a los gobiernos del mundo y a las empresas del sector privado a implementar medidas para evitar el tráfico de armas, en virtud de la violencia que este alimenta en diversas regiones y países, incluyendo México.
En su calidad de presidente temporal del Consejo, el canciller Ebrard acusó que el tráfico ilícito y el desvío de armas pequeñas y ligeras, así como su acumulación y proliferación en distintas zonas del mundo, es una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
“Es un fenómeno global que afecta gravemente y en múltiples dimensiones a la población civil: destruye el tejido social, propicia la violencia, en especial contra grupos vulnerables, genera desplazamientos y flujos irregulares de personas que desean escapar de contextos de inseguridad”, denunció ante miembros permanentes y no permanentes del Consejo, así como de otros Estados de la ONU.
El secretario reconoció los esfuerzos que desde la ONU se han emprendido para prevenir y contrarrestar las prácticas ilegales en el mercado de armas pequeñas y ligeras. Sin embargo, apuntó, estas acciones han sido insuficientes.
El jefe de la diplomacia mexicana informó que alrededor de 500 personas pierden la vida y otras dos mil resultan heridas cada día por disparo de arma de fuego en el mundo. En América Latina, añadió, se presentan cifras anuales de violencia y muertes por armas de fuego aún mayores que las observadas en varias de las zonas en las que se reconoce un conflicto armado.
“Debemos hacer más para disminuir el desvío y tráfico de armas y sus consecuencias negativas, en particular en países que se debaten con altos niveles de violencia criminal”, apuntó Ebrard, quien estuvo acompañado por el representante permanente de México en la ONU, el embajador Juan Ramón de la Fuente.
El secretario Ebrard señaló que, además de los gobiernos, el sector privado tiene responsabilidad en el tráfico de armas. Las empresas, dijo, deben contribuir con acciones decisivas de autorregulación y de monitoreo de sus cadenas de distribución a fin de evitar el desvío y tráfico ilícito de las armas que producen y comercializan, así como asegurarse de que las que son fabricadas legalmente no lleguen a manos criminales.
El canciller también destacó que, aunque la disponibilidad de armas pequeñas y ligeras afecta tanto a mujeres como a hombres, es imperativo reconocer las repercusiones de género derivadas del tráfico y el desvío de armas como facilitadores de la violencia sexual en los conflictos.
Las medidas necesarias
A fin de reducir la capacidad de fuego de las organizaciones criminales en nuestro territorio, el Estado mexicano ha emprendido una ofensiva diplomática y legal para reducir el tráfico de armas hacia nuestro país.
Durante su alocución, Ebrard se refirió a la demanda presentada por México en agosto pasado, en una corte en Massachusetts, en contra de compañías privadas productoras de armas en Estados Unidos, a las que nuestro país acusa de realizar prácticas intencionales y negligentes en la producción y comercialización de armas que propician el trasiego ilegal y, en consecuencia, afectan a la población mexicana e incrementan la violencia.
En el ámbito multilateral, Ebrard lanzó este lunes una propuesta contra el tráfico de armas, que será formalizada en los próximos días en una iniciativa que presentará nuestro país.
“Es imperativo atender el ciclo completo de vida de las armas, incluidas la intermediación, la transferencia y los usuarios finales”, enfatizó el canciller.
Asimismo, expresó que es importante consolidar controles fronterizos efectivos e integrales y fomentar la coordinación entre autoridades de los distintos países por donde transitan estas armas.
También lo es, añadió, la generación de bases estadísticas rigurosas y diagnósticos certeros sobre las dinámicas, rutas y tendencias del tráfico y desvío de armas, así como la generación y mejoramiento de los mecanismos para monitorear y prevenir las transferencias internacionales ilícitas de armas, el desvío del comercio y el tráfico transfronterizo.
En la sesión presidida por México, participaron 54 miembros de Naciones Unidas, incluyendo los 15 permanentes y no permanentes que conforman el Consejo de Seguridad. También participaron el representante de la Unión Europea en Naciones Unidas y el observador permanente del Comité Internacional de la Cruz Roja ante el organismo internacional, así como dos expertos en el tema, Robin Geiss, director del Instituto de Naciones Unidas para la Investigación de Desarme (Unidir), y María Pía Devoto, miembro del órgano de Gobernanza de Control de Armas.
La propuesta mexicana fue bien recibida por los países participantes. En los próximos días, México presentará una resolución sobre la materia en el Consejo de Seguridad.