El viacrucis de la corrupción detrás del emprendimiento de los mexicanos

Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO

CHOLULA.- Hoy en día abrir un negocio en nuestro país no es una tarea sencilla, pues la mayoría de los municipios, las autoridades enfocan sus esfuerzos en poder garantizar los micro y pequeños negocios con sus famosas ventanillas digitales o ventanillas únicas que en teoría reducen el tiempo engorroso del papeleo para lograr el permiso o licencia de apertura en unos cuantos días reducidor de un trámite normal, ojo siempre y cuando tengan reunidos todos los requisitos que se hayan estipulados y de haber efectuado el pago correspondiente, ya el lograr este primer paso de apertura es una meta deseable, la realidad es que, en la práctica, quienes sueñan con emprender, suelen darse cuenta de que el viacrucis apenas inicia y está en la primera fase del arranque del proceso.

El SARE puede resultar una ventaja, siempre y cuando exista esta opción en sus localidades y funcione de manera correcta, en otros municipios la gente se ve orillada a enfrentar la burocracia con el apoyo de gestores, mejor conocidos como coyotes, que dicen hacerte todo el papeleo cobrándote una buena suma de dinero por sus servicios y desde ahí empieza la corrupción porque empieza a salirte más caro el caldo que las albóndigas y cabe resaltar que las cuotas pagadas a estos intermediarios son desmedidas, pues en ocasiones equivalen hasta diez veces el valor original del trámite.

Una vez que ya está operando tu negocio la pesadilla continua porque algunos empresarios son extorsionados principalmente por dos vías: primero por los propios funcionarios públicos y/o el crimen organizado que pasa a cobrar el derecho de piso establecidos por ellos mismos que varían de acuerdo a la zona y giro comercial así como con amenazas de no pagarlo pueden llegar a afectar la integridad física de los propios dueños y empleados: los funcionarios de qué forma lo hacen pues detrás de las ventanillas municipales con sus cobros y los inspectores, quienes a veces operan de manera coordinada y pasan cobrando las famosas mordidas. La inseguridad es otro que no ayuda mucho y en estos últimos años el índice es cada día mayor y es un factor que más complica la operatividad de un negocio.

En Puebla los emprendedores perciben un nivel de corrupción cada vez más elevado, a la vez que consideran que la pandemia golpeó también las posibilidades de emprender, en particular la corrupción obstaculiza el crecimiento y expansión de una empresa, desde la apertura, la concesión de licencias a sobornos por parte de la autoridad generando barreras de entrada significativas al mercado y reduciendo el número de competidores, mandando un corto que se traslada directamente a los consumidores, la percepción de corrupción en los emprendedores puede deberse a la falta de claridad en los procesos, en que éstos sean largos, burocráticos, que dependan del criterio de personas y no de un proceso completamente digitalizado. Una vez librada la batalla burocrática, el costo de los trámites y la extorción, se requiere evaluar el éxito del negocio, ya sea una miscelánea, tiendas de abarrotes, papelerías y demás micro negocios representan un salvavidas para la sobrevivencia familiar, que afecta los ingresos de los hogares y en consecuencia poniendo en riesgo el patrimonio de inversión de manera incierta.