CHOLULA.- En la partidocracia mexicana vivimos momentos estelares en los que ya no podemos distinguir entre los buenos y los malos políticos. La sucesión de poderes del 2024 amenaza con ser la más controvertida de nuestra historia.
Antes, durante los 80 años de dominio del PRI, del ogro filantrópico, todo era “orden, honradez y ornato”; el presidente saliente palomeaba todas las listas de candidatos, desde su sucesor hasta el más humilde presidente municipal. Casi no había conflictos.
Hoy tenemos un presidente, AMLO, el de la ya no tan flamante pero sí todavía ansiada (y añado, ansiada con desesperación) Cuarta Transformación; que quiere hacer las cosas a su manera y que no se cansa de cacarear: el pueblo decide.
No me quiero meter todavía en el análisis de los éxitos y fracasos del sexenio de AMLO, ya llegará el momento. Por ahora me quiero centrar en la tortuosa designación de los candidatos, que a todas luces es una farsa.
Y para ello, nada mejor que la designación del candidato (a) a la gobernatura de Puebla. Los mejores gallos del partido Morena son Alejandro Armenta Mier, Claudia Rivera Vivanco, Ignacio Mier Velasco y Julio Huerta Gómez. Mi fuente para esta afirmación es la encuesta Indaga del Mtro. Gerardo Galicia, que además de ser mi amigo, goza de gran prestigio por su experiencia y honradez.
Y en esa encuesta publicada el pasado 30 de septiembre, Alejandro Armenta domina ampliamente las preferencias. Además, la gran mayoría de especialistas en encuetas también daban por puntero al senador. Entonces, como diría mi amigo Pepe Taylor: Armenta iba en caballo de hacienda. Tampoco es momento de meterme en el análisis de los perfiles de los precandidatos, ya veremos.
La demagogia de los ángeles
Así las cosas, todo pintaba bien para el senador Armenta, sin embargo, empezaron a suceder cosas extrañas. La primera fue la lista de los designados por las altas esferas del partido Morena, es decir por la oligarquía partidaria, que publicó una lista de cuatro finalistas en la que no aparecía Armenta. Hasta el momento no he escuchado una explicación sensata sobre el desaguisado.
Días después el ambiente político poblano se puso todavía más tenso. Ayer, miércoles 4 de octubre nos enteramos en distintos medios que la senadora Nancy de la Sierra (que aquí en Cholula conocemos muy bien) volvía al PRI para buscar la candidatura a la gubernatura de Puebla por el Frente PRI-PAN-PRD.
Con bombos y platillos la senadora Nancy de la Sierra Aramburo se incorporó de nuevo y de manera formal al grupo parlamentario del PRI, donde fue recibida por el coordinador Añorbe y por el controvertido líder nacional del partido, Alejandro Moreno Cárdenas (Alito).
“Juntos continuaremos avanzando y promoviendo el progreso de México y los mexicanos” resaltó el “angelito” Añorve al darle la bienvenida la “niña pródiga”. Y es que el niño pródigo es el hijo que, luego de triunfar en el exterior o en un sitio diferente al propio, retorna a su lugar …
Ahora sólo hay que esperar a ver cuál es el “acuerdo entre las oligarquías partidarias” ya que siendo mujer la candidata del Frente opositor, en Morena tendrán que decidir entre Claudia Rivera y Olivia Salomón. O es que ¿acaso no se vería como una afrenta de género que Alejandro Armenta compitiera contra una mujer?
El Frente opositor no tenía candidato (a) fuerte para la presidencia de la República, tampoco para la gobernatura de Puebla; Xóchitl y Nancy les cayeron del cielo (o del purgatorio) entonces las cosas se le van complicando a Morena: ya no la van a tener tan fácil. Ya veremos.