CHOLULA.- México arranca el proceso electoral más grande de su historia en medio de la pandemia del coronavirus, en una antesala de crisis económica, nos encontramos frente a una ola de inseguridad y un clima político hostil, polarizado desde el poder, estas elecciones enfrentaran una serie de retos para los partidos políticos y las autoridades electorales tales como la propia seguridad de los candidatos, la violencia política, las medidas sanitarias por el Covid-19, así como la figura de la reelección política.
Esta figura de reelección política fue motivo y bandera de lucha contra un porfiriato, recordemos que Madero siempre dijo “sufragio efectivo, no reelección” este lema lo abanderaba como principal propuesta política, sus convicciones democráticas y su convencimiento de que el sistema reeleccionista estaba siendo un lastre para el país, exigía que las elecciones fueran limpias e imparciales, donde la voluntad del pueblo mexicano fuera respetada, ahora este lema por el que tanto se luchó para defender una democracia libre e imparcial fue en vano ya que MORENA postula candidatos que aún no terminan su periodo en el cargo y buscan ya otro cargo.
Pero nos encontramos como otro gran problema, el desempeño de nuestras autoridades electorales, ellos deben contar con total autonomía de los órganos electorales, el defender al INE frente a las pretensiones de erosión y captura o subordinación por parte de los distintos poderes públicos, políticos y sociales es necesario, en alguien debe recaer esa responsabilidad, la autoridad debe garantizar los procesos, las condiciones de equidad y legalidad, defender la autonomía de los órganos comiciales, donde el mandatario federal debe respetar.
Ya si hablamos de la seguridad de los candidatos, en los últimos años han crecido los actos de violencia política, principalmente por parte del crimen organizado y del crimen de cuello blanco, más de la mitad de los hechos como asesinatos y agresiones se concentraron en siete estados Oaxaca, Guanajuato, Veracruz, Guerrero, Morelos, Baja California y Jalisco. También se han dado casos donde los actores políticos aceptan el financiamiento o donativos en especie o les otorgan protección y personal durante el proceso electoral del cual el gobierno debe tener acciones de blindaje y protocolos territorializados poniendo atención en los municipios más vulnerables entre muchas estrategias más de protección para salvaguardar la integridad de los y las candidatas.
Otro tema que hemos visto hasta ahora es la violencia política está que no sólo se dio contra la mujer, también se dio contra los hombres, pero ¿por qué se le presta menos atención a la violencia política masculina? fácil porque es más creíble creerle a una mujer por su estado de vulnerabilidad, que imaginarse a un hombre violentado en sus derechos políticos, donde la ley debe prevalecer y garantizar los derechos políticos para ambos.
Por otro lado, enfrentamos una pandemia y las medidas sanitarias contra covid-19 deberán ser respetadas manteniendo la sana distancia, el uso del cubrebocas, gel antibacterial, sanitizante y el uso de la mascarilla que deberá tener el equipo de campaña del candidato o candidata, la sociedad civil y el propio INE, para garantizar los comicios del próximo 6 de Junio, donde los mexicanos decidiremos nuestro futuro.