El parabrisas

Por Nancy LUNA SORCIA

CHOLULA.- Difícil imaginar lo que sería en la actualidad ir en un automóvil sin parabrisas. Pues durante muchos años fue así. El viento, la lluvia, la nieve, insectos, pequeñas piedras…, todo eran incomodidades y peligros. Aunque gracias al francés Émile Benedictus, inventor del parabrisas, la cosa cambió radicalmente

En el año 1903 aparecieron los primeros parabrisas en los coches, antes no existían. Aunque no eran exactamente parabrisas. Simplemente era una lámina de vidrio como el de las ventanas. Además eran altísimos, tanto, que a tenor de la altura de algunos vehículos del momento, podían alcanzar hasta los dos metros.

Se trataba de pesadas mamparas acristaladas con cristal corriente, muy peligroso en caso de accidente. El parabrisas era uno de los riesgos graves que se corría si se producía un choque: en caso de siniestro, lo más temible era cómo afectaría al conductor los trozos del parabrisas roto.

En algunas ocasiones por un simple golpe de una piedra, el conductor sufría graves daños por los trozos de vidrio clavados en su cara y torso. Tanto que a menudo se prefería prescindir de él siendo considerado como un accesorio no obligatorio. Su peligrosidad hizo que se buscara una forma más segura de proteger al conductor.

El inventor del parabrisas de es el químico francés Émile Benedictus en 1910. A diferencia de los sistemas empleados hasta la época, Benedictus inventó el parabrisas laminado que protegía al conductor y resto de ocupantes del vehículo.

El cristal se podía romper por un impacto, sí, pero no se despedazaba en peligrosos trozos “voladores” de afilado y punzante vidrio. El Parabrisas laminado se rajaba pero no se desprendían partículas. No obstante, no se fabricó en masa hasta el año 1920 en que fue comercializado con el nombre de Triplex.

Pero era tan caro de fabricar que durante unos muchos años estuvo reservado a los coches de lujo, mientras que en los corrientes se empleaba un cristal que en caso de rotura resultaba muy peligroso, llamado Trempé, parabrisas corriente hasta 1944.

El parabrisas más o menos seguro a precios competitivos es cosa que tiene algo más de 75 años. Fue en 1944 cuando la casa sueca Volvo comenzó a colocar en sus modelos el parabrisas llamado PV 444, un parabrisas de seguridad.

A partir de la segunda mitad del siglo XX se empezó a destacar la importancia del parabrisas y se potenció la investigación. En 1972 el norteamericano Geral Keinath patentó el parabrisas con resina.

Es decir, esta sustancia transparente era inyectada en el cristal para impedir que corriera peligro de romperse y al mismo tiempo reforzar su capacidad de resistencia ante el granizo, las piedras lanzadas contra el vehículo o los impactos de cierta importancia.

Un comentarista del mundo del motor escribía al respecto: “Nada se ha inventado tan útil desde el invento del parachoques, en 1905 y del espejo retrovisor en 1906”. Poco a poco, y con el paso de los años, el parabrisas fue evolucionando hasta el actual.