Por Cuauhtémoc BETANZOS
CHOLULA.- Los municipios de nuestro país son el primer puente de comunicación del gobierno con la ciudadanía, son la célula básica de todo el sistema político mexicano por lo tanto también es aquí donde deben surgir las grandes transformaciones de la vida democrática y política de nuestro país. Al encontrarse en todo momento en constante contacto con la ciudadanía es en el municipio donde debemos buscar herramientas y acciones que hagan que la gestión de gobierno sea más ágil e innovadora. Y hoy más que nunca, cobra relevancia y queda demostrada la imperante necesidad de modernizar la política en nuestro país y en este proceso el municipio mexicano debe ser el protagonista.
Tomando como punto de partida lo expresado en el artículo 115 Constitucional los municipios son los encargados de proveer y administrar los servicios más básicos a los ciudadanos, es por eso que ahí es donde debemos encontrar formas más ágiles de comunicación entre ciudadanos y autoridades para encontrar las deficiencias o necesidades y actuar con eficacia.
Hoy que las condiciones bajo las cuales se gobierna los municipios acentúan los retos que significa gobernar como: afrontar las necesidades múltiples de la sociedad con la escasez de recursos o superar las limitaciones en cuanto a personal capacitado y herramientas especializadas para atender la variedad de situaciones que se presentan. Y es que ante estos retos los debates naturales que giran en torno a esta figura vuelven a ponerse en la mesa: su autosuficiencia económica y su autodeterminación política, ya que ambos son una oportunidad y una desventaja al mismo tiempo. Una fortaleza siempre y cuando el municipio presente condiciones de madurez suficiente tanto en lo social como en lo económico para que el gobierno se haga valer de todas las herramientas para atender y escuchar a la ciudadanía.
Así es como la nueva forma de hacer política y los nuevos conceptos de este quehacer deben surgir en el municipio con dos finalidades muy precisas: ser más ágiles al momento de entregar resultados a la población y motivar la participación ciudadana. Y es que, más allá de un gestor de Servicios Públicos e Infraestructura Municipal las autoridades municipales deben ser la semilla de una modernización política que permita mayor autonomía y capacidad para fomentar el progreso compartido de toda una comunidad basándose en las expectativas legítimas y necesidades de la mayoría de los habitantes de la misma.