El huracán Otis destroza el lujoso hotel Princess Mundo Imperial de Acapulco; así quedó

ACAPULCO, GUERRERO.- Durante la madrugada del 25 de octubre el huracán Otis tocó tierra en Acapulco, Guerrero, cuando aún era categoría 5, y un ejemplo de su poder destructivo se puede ver en cómo quedó el famoso hotel Princess Mundo Imperial, que se ubica en la zona de Acapulco Diamante.

En videos e imágenes que circulan en redes sociales se puede ver que prácticamente las habitaciones desaparecieron, pues los vientos máximos sostenidos alcanzaron hasta 270 km/h, por lo que prácticamente arrasaron con vidrios, paredes, y mobiliario.

“Ese de ahí, el de la esquina, era mi cuarto, completamente destruido”, menciona el hombre que graba. Luego muestra todos los escombros que se acumularon en los pasillos y en centro del inmueble.

Otra grabación permite ver la parte de lo que era el lobby del hotel, el cual está lleno de todo el material que cayó de las habitaciones, además hay varios automóviles adentro, algunos con los parabrisas rotos y otros daños.

El hotel Princess Mundo Imperial presumía de tener de tener las áreas recreativas más bellas de Acapulco: “480 hectáreas de exuberantes jardines, cascadas de agua y palmeras”, las cuales también quedaron en ruinas, como se observa en un par de videos que permiten ver la gran cantidad de árboles que se cayeron, además de que hay una gran cantidad de escombros.

El hotel Princess Mundo Imperial fue diseñado en 1971 por William Rudolph y Leonides Guadarrama honrando la cultura mexicana, por lo cual tiene la forma de una pirámide azteca. Actualmente le pertenece a Mundo Imperial, subsidiaria de Grupo Autofin, que hasta el momento no se ha pronunciado sobre los daños del recinto.

Ese sitio no fue el único que resultó dañado, en otra grabación se puede observar un recorrido a la zona costera en un automóvil en la que se aprecian palmeras derribadas, comercios con severos daños, autos circulando incluso con el parabrisas roto y vialidades obstruidas por los escombros.

Con información de Rodrigo Neria Cano