Por Alejandro MARIO FONSECA
CHOLULA.- “Sí quieres poner un negocio exitoso piensa en lo más básico, en aquello que la gente necesita independientemente de su condición social. Piensa en comida o en medicamentos.
Yo fui muy pobre, llegué a los Estados Unidos como un perro callejero: asoleado y muerto de hambre. Tuve suerte, en Houston me encontré con algunos paisanos que me apoyaron y a fuerza de fe y de trabajar como burro fui saliendo adelante.
Pude ahorrar unos centavos y puse un negocio de reventa de hierbas curativas. A los paisanos no les gustaba curarse con medicinas gringas, decían que les hacían más daño, así que los remedios caseros se vendían muy bien.
A los pocos años puse mi propio negocio y le atiné, poco a poco fui creciendo y ahora no me doy abasto, necesito crecer más. Así que, mi querido sobrino, te invito a que te vengas a vivir con migo. Ya que termines tú carrera especialízate en Botánica y cuando te titules vente al otro lado, te vas a hacer rico”.
Más o menos esos fueron los consejos que me dio mi tío Eugenio Martínez, por allá a principios de los años 70. Me entusiasmó y le eché más ganas a mis estudios. Pero mi destino era otro: a punto de terminar mi carrera de ingeniero químico me invitaron a trabajar aquí en la Universidad Autónoma de Puebla.
Y hoy en día, a medio siglo de distancia, me doy cuenta de que la medicina alternativa, aquella basada en la herbolaria, en la acupuntura, en la homeopatía,… son el futuro de la salud. ¿Por qué? Porque no solamente curan las enfermedades, también las previenen.
La herbolaria mexicana
Y es que las plantas medicinales mexicanas que seguimos usando nos remontan a la época prehispánica y colonial. Antes de que llegaran los españoles se hicieron importantes descubrimientos acerca de la utilidad de éstas para mejorar la salud. Durante la Colonia se enriqueció la variedad de plantas, frutos, semillas y raíces que hoy en día usamos comúnmente. Valgan algunos ejemplos:
Del aguacate todo es útil. Tanto la corteza, como el tallo, las hojas y los frutos pueden utilizarse para; aliviar problemas digestivos, detener tos y diarreas, favorecer el flujo menstrual y eliminar lombrices. Se debe tener cuidado con el uso de los tallos jóvenes de la planta pues pueden causar abortos.
La jícama es un fruto de una planta originaria de México, Ecuador y Centroamérica. Entre sus propiedades medicinales encontramos que: ayuda a aliviar el estreñimiento, funge como antidiabético, combate el colesterol alto, es antioxidante y bajo en calorías, ayuda a combatir la cistitis, aporta una gran cantidad de agua por lo que refresca y quita la sequedad de la boca, etcétera.
El achiote una planta que se da en países como México y Costa Rica y que tiene la virtud de ayudar a combatir la diarrea, disminuye afecciones respiratorias y las hojas hervidas aplicadas como tónico ayudan a controlar el vómito. Además, el achiote también puede usarse como astringente, cicatrizante y antioxidante.
Al cacao, este delicioso alimento, al que tanto los mayas como los mexicas le rendían tributo, es el “alimento de los dioses”. Entre sus múltiples propiedades tenemos que es un magnifico antioxidante y tiene 11% de proteínas
Curan, pero sobre todo previenen
El cacao también previene enfermedades cardiovasculares. Comerlo con determinada frecuencia ayuda a que disminuya la cantidad de colesterol malo en el cuerpo, ayuda para el desempeño sexual. En forma de crema o aceite sirve para hidratar el cabello, disminuir riesgos por cáncer de piel, disminuye la celulitis.
Y para no cansarlo, le menciono el nopal, que además de estar presente en el escudo nacional y en muchos de nuestros platillos, ayuda a regular los niveles de azúcar, combatir problemas de gastritis, bajar de peso, cicatrizar heridas pequeñas y en forma de jarabe ayuda a disminuir la tos.
Si quiere usted conocer más plantas medicinales de origen prehispánico, consulte mexicodesconocido.com; aunque también hay muchos otros sitios especializados. La lista es larga, también están el jengibre, la nuez moscada, la manzanilla, el tomillo y muchas otras.
Por su parte la Ayurveda es el nombre de la medicina tradicional de la India, que tiene como objetivo la unificación de cuerpo, mente y espíritu; sosteniendo que la enfermedad y la salud son el resultado de la confluencia de tres aspectos principales de la existencia o doshas (temperamentos o bio tipos).
Actualmente, en Europa y en los Estados Unidos, con la acogida de prácticas orientales tales como el yoga y la meditación, el ayurveda se ha incorporado a la llamada medicina alternativa. Algunas universidades médicas occidentales incluyen cursos, posgrados y especializaciones sobre medicina ayurvédica.
Los medicamentos de patente son carísimos
Cada día hay un interés mayor en la medicina ayurvédica, puesto que sus seguidores creen que da una visión completa de los desequilibrios del ser humano al considerar aspectos de la naturaleza interna y externa del mismo.
No obstante su difusión, generalmente los médicos occidentales la consideran una superstición pseudocientífica. ¿Por qué? Pues ni más ni menos porque la medicina occidental alópata es negocio, la ayurveda como la herbolaria mexicana, no lo son.
Y mi tío Eugenio Martínez triunfó en los Estados Unidos, porque muchos compatriotas lo ayudaron confiando en sus plantas medicinales, que se siguen vendiendo allá con mucho éxito.
Y es que las plantas medicinales previenen, curan y además son muy baratas comparadas con los medicamentos que producen las firmas farmacéuticas, que por cierto en México están en crisis debido a la piratería y a la corrupción en general.
Y sí, los medicamentos de patente en nuestro país son carísimos, esto se debe a los intermediarios, a las empresas comercializadoras. Tatiana Gloutier en su página de Facebook acaba de publicar una lista de sus principales dueños.
Se trata de lo que ella llama El cartel farmacéutico y en la lista aparecen los nombres de Manlio Beltrones, Osorio Chong, José Narro, Roberto Madrazo y Emilio Gamboa; así como los de sus empresas. No es extraño que nuestro Presidente AMLO haya decidido que los medicamentos del sector salud estatal se compren en el extranjero mediante licitaciones avaladas por la ONU.