El Bolso de Mano

Por Nancy LUNA SORCIA

CHOLULA.- Lamentablemente, no se tiene constancia fiable de cuándo apareció el primer bolso de la historia ni de su origen exacto. Pero debes saber que desde los inicios de la existencia de la humanidad ya estaba presente.

Este hecho se conoce gracias a que los antiguos pueblos prehistóricos dibujaban sobre la roca figuras y símbolos en los que representaban cómo era su vida y sus costumbres (petroglifos).

Pues bien, en algunas de estas pinturas que se han conservado hasta nuestros días, se puede observan imágenes con rasgos femeninos que portan una especie de bolso colgado del brazo.

Al igual que conocían que la piel de los animales era útil para proteger el cuerpo, también la empleaban para cargar con dichos alimentos.

A dicho elemento se le conoce con el nombre de Alforje, que era una especie de bolsa hecha con cuero que se podía portar atado a la cintura o colgado de los hombros. Podría afirmarse que es el origen del bolso tal y como lo conocemos en la actualidad.

Historia del bolso en la Antigua Grecia

El historiador griego Herodoto, del siglo V a.C., cuenta que los asirios llevaban los sellos de la firma en un estuche abolsado colgado de la cintura. Cuando por aquel tiempo se extendió el uso de la moneda, se inventó la bolsa de cuello anudado. Los griegos llamaban birsa a una especie de bolsa o pellejo elaborado con cuero que solía servir de bolso de viaje. Era pequeña, no superior a los treinta centímetros de largo y algo menos de ancho.

Durante los siglos XVI y XVII el bolso se llenó de adornos, dijes y detalles que hacían de él una pequeña obra de arte.

Las señoras de alcurnia regalaban un bolso como recuerdo o muestra de estima a un caballero o amiga, bolsos pequeños y lindos bordados por ellas.

En la década de los sesenta, con el feminismo beligerante el bolso decayó casi arrinconado ante la pujanza de la mochila, el saco, las mallas. Pero anda de nuevo presto a levantar cabeza.

Etimología de la palabra bolso

Cómo decir, ¿bolso o bolsa? Se dijo bolsa antes que bolso. En Castilla era vocablo que ya sonaba en el siglo XIII referido a un odrecillo de cuero o pellejo para llevar cosas. El término ‘bolsico’ fue el más empleado en el XV, hasta que cien años después empezó a hablarse de ‘bolso’ y ‘bolsillo’.

Sebastián de Covarrubias, escribe referido a la bolsa en su Tesoro de la lengua castellana(1611):’Comúnmente se toma por el saquillo de cuero en que echamos el dinero’.

También se hablaba de ‘gato’ o bolsón de piel de ese animal desollado, entero y sin abrir; y de faltriqueras o bolsas que se llevaban asidas a las faldas del sayo.