CHOLULA.- Compañeros, soy Juan y espero estén disfrutando de felices veinticuatro horas.
Cuando llegué al Grupo, los compañeros me pedían que compartiera mi experiencia en mi actividad alcohólica, de esa manera, me decían, “vas a ayudar a los nuevos”.
Mis compañeros siempre se han esforzado por mí y me han sugerido que pase lo que pase, no beba.
“Vale la pena, el importante eres tú, asiste a tus juntas, si quieres venir, ven, y si no quieres, también. El solo por hoy te asegura un día más sin beber.
Desde mi 5º aniversario, no ha sido fácil el proceso. Me dieron el servicio de la cafetería del Grupo y una guardia; pensaba que lo que querían era un gato. Hoy me doy cuenta de que solo fue para ayudarme. El servicio me ha ayudado a mantenerme en Alcohólicos Anónimos.
Me mantengo ocupado siempre. Me he sentido diferente y empiezo a ver las cosas de otra manera. Veo las cosas con amor; el día de hoy disfruto estar en AA, con mis compañeros enfermitos igual que yo. Disfruto a mis padres que por la gracia de Dios me los sigue prestando. Por el momento no tengo esposa ni hijos. Mis compañeros me han dicho que todo me llegará siempre y cuando siga en AA y que tengo que prepararme para ese momento, lo espero con ansias compañeros. El día de hoy disfruto mi libertad, asisto a los eventos y sigo aprendiendo de mis compañeros.
Creo que mis compañeros que tienen familia, a veces, les cuesta un poco porque les exigen que estén con ellos, pero igual los veo motivados. Considero que, para ellos, no es tan fácil, pero tampoco imposible porque Dios hace todo. Compañeros, los motivo a realizar un servicio en el Grupo y eso les va a ayudar a permanecer dentro de AA.
Asistir a los eventos es muy bonito, se conocen a más compañeros de esta gran Comunidad. Así mismo, se conocen lugares nuevos, experiencias nuevas, puntos de vista que nos motivan a seguir adelante por un día más; es un regalo hermoso estar en AA. Ojalá que los compañeros nuevos, se den la oportunidad de seguir adelante. Les sugiero que no se desesperen, se pueden ahorrar muchos años de sufrimiento, tanto físico, mental y espiritual. Solo hay que asistir al Grupo y apadrinarse, aunque cuesta trabajo ¡si se puede compañeros!
Espero en Dios me los siga bendiciendo a todos, a sus familias y seres queridos; así como, seguir dando ejemplo en su hogar y en la sociedad. ¡Sigamos juntos en este barco de verdadera vida!