El 2 de febrero, la fiesta de la Candelaria

Por Dra. Margarita TLAPA ALMONTE

CHOLULA.- El Día de la Candelaria o la Candelaria es una fiesta que se celebra el 2 de febrero de acuerdo al calendario juliano, correspondiente al 12 de febrero a partir de la reforma gregoriana de 1582.

Es la última de las celebraciones que finaliza la conmemoración nacimiento del Niño Jesús el 24 de diciembre para los pueblos originarios de México, la fecha corresponde a la última fase del ciclo agrícola e inicia la siembra del maíz con la celebración de la Candelaria el 2 de febrero.

La fiesta de “la Candelaria”, festividad con sincretismo religioso prehispánico-católico por el mestizaje de la fe hebrea, cristiana y la prehispánica de México. De acuerdo a los antecedentes hebreo-cristiano la Ley de Moisés escrita en el Levítico, todos los primogénitos deberían ser presentados en el templo, y sacrificar un cordero o un par de palomas blancas, una ceremonia y ritual que se realizaba 40 días después del nacimiento de niño, después de que la madre había eliminado toda impureza producto del parto.

El niño Jesús por ser judío, fue presentado por María y José para cumplir con el ritual después del 25 de diciembre, siendo Simeón un sacerdote anciano y ciego el primero en reconocer al niño Mesías y pronuncio las siguientes palabras. Por esta razón se celebra el Día de la Candelaria.

“Ahora sí me puedes llevar porque mis ojos han visto al salvador de Israel, que será gloria para Israel y contradicción para muchos, al mismo tiempo que dijo a María a ti una espada de dolor te atravesará el corazón”

En México se adoptó la celebración con la conquista espiritual y fue montada por los evangelizadores utilizando los rituales que se realizaban en el mismo periodo en la época prehispánica y que para los pueblos mesoamericanos representaba la primera veintena del calendario tonalpahuall. Los mexicas celebraban el Atlcahualo veintena que iniciaba en febrero, la fiesta indicaba el inicio de la temporada de siembras, se llevaba el maíz a bendecir las semillas, para posteriormente sembrarlo.

Las crónicas de Sahagún mencionan sobre una de las fiestas de las veintenas donde se realizaba sacrifico a los tlaloques (las nubes) los ayudantes de Tláloc, los tonalamatl indicaban que en los días 1 y sucesivos de la trecena deberían presentarse ofrendas en los montes y manantiales, donde se construían los Ayauhcalco, también iniciaba el tonalpahualli, y en general la cuenta del tiempo sagrado. Mendieta menciona que algunos pueblos hacían coincidir el día 1 cipactli con el inicio del ciclo de las veintenas.

Atlcahualo se traduce como “se dejan o terminan las aguas”, se conocía también como Cuahuitlehua, y Xilomaniztli, que hace referencia al maíz tierno, debido a que “la pintaban con unas mazorcas de maíz en el puño, antes de cuajarse el grano… que quiere decir que tiene en la mano xilotes”. En este primer mes mexica, celebraban a los tlaloques como dioses de la lluvia, a Tláloc dios de la lluvia, a su hermana Chalchihuitlicue como diosa de las corrientes de agua, y a Ehecatl-Quetzalcoatl como dios del viento y precursor de la lluvia, los ritos para invocar la acción de las deidades de la lluvia y de la agricultura. Se realizaban sacrificios de niños con la finalidad de recrear el momento mítico de la creación y la regeneración del tiempo cíclico. Se honraba a los tlatoque para pedir lluvias e iniciar la siembra, después de la temporada de la sequía, restituyendo con el sacrificio las lluvias que se dieron al inicio, que deberían ser absorbidas por la tierra para su germinación y fructificación.

En el primer día realizaban ofrendaban niños vestidos de gala, realizaban una peregrinación de un templo dedicado a los tlatoques en los cerros, en la Procesión hacia el cerro, llevaban instrumentos musicales de viento, los quaquacuiltin, quienes guiaban las procesiones con la sonaja nahualcuahuitl o el chicahuaztli (sonaja). Todos los participantes vestían con elegancia y sus respectivos objetos ceremoniales. La sonaja se utilizaba para despertar a las entidades sagradas de la naturaleza y cambiar el clima adverso, invocaban o alejaban a las lluvias, el granizo y la neblina para permitir el buen desarrollo de los cultivos y la vegetación. Durante la fiesta se colocaban palos largos en las casas, adornados con papeles en forma de banderas untados de ulli derretido para producir el verdor, retoño y crecimiento de la planta. En esta fiesta se realizaba la conmemoración del Quinto Sol, siendo los tlatoque los nuevos sustentadores del mundo.

El principal ritual era el sacrifico de infantes en los cerros de la Cuenca de México y del lago de Texcoco, la ceremonia que de acuerdo a su cosmovisión representaban la regeneración hacían llorar a los niños, los sacrificaban en los Ayahuacalli que se localizaba en el lago de Texcoco y en algunos de los cerros de la Cuenca de México, con augurio de que hubiera abundancia. Posiblemente por eso los evangelizadores al observar las coincidencias religiosas prehispánicas con las católicas, empalmaron la tradición del culto católico la tradición de los niños en la Rosca de Reyes, además de llevar la imagen del Niño Jesús a los templos y en la misa daban a conocer el significado católico para ir olvidando el significado prehispánico.

La evangelización de los pueblos indígenas logro el mestizaje de las tradiciones prehispánicas-católicas, después de los 40 días después del nacimiento de Jesús. Sin embargo, los grupos campesinos de nuestro país conservan la tradición mesoamericana de llevar a bendecir las mazorcas que servirán de semilla para la temporada de siembra, con la finalidad de purificarlas, en conmemoración de la cuarentena de María y Presentación de Jesús en el templo. Presentan semillas de maíz, frijol, calabaza, haba, principalmente, mismos que serán sembrados, así como velas que serán utilizadas para que el alma de algún difunto tenga una luz que lo acompañe en su camino después de la muerte y romero para quemarlo y ahumar cuando hay tormentas fuertes.

La fiesta dela Candelaria y el Niño Jesús, inician el ciclo agrícola. En México adquiere arraigo en el Altiplano Central y la Cuenca de México. Se bendicen semillas de maíz, frijol, trigo, calabaza para ofrendarlos por los ciclos calendáricos que se basan en el ciclo agrícola mesoamericano, que se complementan con los ciclos festivos comunitarios de los pueblos de nuestro país. Las fiestas y ceremonias en su mayoría están ligadas a los trabajos agrícolas de acuerdo al conocimiento y saberes de los campesinos. Por lo tanto, el ritual del ciclo agrícola mesoamericano aparece en el ciclo ceremonial católico a través de su estructura básica que es el sistema de cargos que expresan, para vivir de manera significativa en las fiestas comunitarias.

El 2 de la Candelaria se realiza la bendición de la simiente (semillas), nos señala el inicio ritual del ciclo agrícola de temporal, tiempo en el que comienza la preparación del terreno, en términos católicos, fiesta dedicada a la Virgen de la Candelaria. Las semillas que se bendicen son frijol, maíz, calabaza, haba, entre otros. Las mazorcas se colocan en una canasta, junto con las imágenes, que simbolizan fertilidad, y que los campesinos relacionan la imagen del Niño Dios con el maíz.