Editorial – Sodoma y Gomorra

 

 

Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ

CHOLULA.- Llegaron pues, los dos ángeles Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estabas sentado a la puerta de Sodoma, y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies, y por la mañana levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta anoche. Más él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa, y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron. Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellos como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. Y ellos respondieron: quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿Y hará de erigirse juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta. Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí algunos más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruirlo. Entonces alió Lot, y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad.

Más pareció a sus yernos como que se burlaba. Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no pere4zcan en el castigo de la ciudad. Y deteniéndose él en la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa al monte, no sea que perezcas. Pero Lot les dijo: No, yo os ruego señores míos. He aquí ahora he hallado vuestro siervo gracia en vuestro ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la vida; más yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal y muera. He aquí ahora esta ciudad está cerca para ella pequeña. Y salvaré mi vida, y le respondió: He aquí he recibido también tú suplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado. Date prisa, escapa allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí. por eso fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar. El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar, entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos, y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. “Dios nos Ama”.