Eclipses

Por Nancy LUNA SORCIA

CHOLULA.- La palabra eclipse proviene del griego “ékleipsis”, que quiere decir “desaparición” o “abandono”, señalando la ausencia del Sol en el cielo. Un eclipse se produce cuando un planeta o una Luna se interponen en el camino de la luz del Sol. Aquí en la Tierra, podemos experimentar dos clases de eclipses: eclipses solares y eclipses lunares.

Desde la antigüedad, los eclipses fascinaron y perturbaron al ser humano, cuyas civilizaciones antiguas veían en ellos un signo de cambio, catástrofe o renacimiento, cuando no un mal augurio, dado que la mayoría de las religiones rendía culto al Sol de una u otra manera.

Sin embargo, estos fenómenos fueron comprendidos y predichos por las antiguas civilizaciones dotadas de conocimiento astronómico, dado que estudiaron la recurrencia de los ciclos astrales en sus diversos calendarios. Algunas de ellas llegaron a usarlos para distinguir entre épocas o eras política, religiosa o social.

Quizás lo más impresionante de observar en un eclipse total, es la atmósfera del Sol o mejor conocida como Corona Solar. Tiene una densidad muy baja pero una temperatura muy elevada, casi 2 millones de grados centígrados. La Corona Solar es la capa más externa del Sol, se extiende por un millón de kilómetros desde su origen sobre la cromósfera.

Un eclipse total de Sol se produce cuando la Luna cubre completamente al Sol, proyectando una sombra en la superficie de nuestro planeta. Se verá un eclipse total para los observadores situados en la Tierra que se encuentren dentro del cono de sombra lunar llamado Umbra.

Un eclipse anular acontece cuando la Luna se encuentra más lejos de la Tierra al momento del eclipse. Al estar más lejos, su tamaño aparente es más pequeño con respecto al Sol, y no lo alcanza a cubrir completamente, quedando un anillo de luz alrededor de la Luna en el momento en que ambos se cruzan.

Según la teoría de la Relatividad General, la luz de las estrellas que pasan cerca del Sol deben desviarse ligeramente, debido a que la masa de nuestro Sol curva el espacio. Este efecto se puede observar experimentalmente sólo durante los eclipses, ya que de lo contrario el brillo del Sol dificulta la observación de la luz de las estrellas en su vecindad.