Duendes Navideños

Por Nancy LUNA SORCIA

CHOLULA.- Los duendes siempre han existido en las culturas de todo el mundo desde hace mucho, y la gente les atribuía poderes sobrenaturales; como hacerse invisibles, construir objetos ingeniosos, volar, etc.

Los duendes también se denominan elfos, y en las culturas anglosajonas tienen las orejas puntiagudas.

Es muy difícil verlos, más, las personas que aseguran haberlo hecho, nos dicen que son bajitos, muy activos e inteligentes y bastante traviesos o bromistas. Además visten unas ropas de llamativos colores (rojo y verde sobre todo), llevan unos zapatos con las puntas hacia arriba y unas campanillas colgando, y un enorme gorro que acaba en un cascabel.

Nadie sabe con certeza de donde proceden; unos dicen que vienen de la Estrella Polar, y cuando esta más brilla en las noches cercanas a la Navidad, los duendes salen de ella en forma de luces de color verde generalmente, que es el color de la esperanza y vienen a nuestras casas a gastarnos travesuras que a los niños les encantan.

Otros sin embargo, piensan que los duendes viven en el Polo Norte desde siempre, y son muy amigos de Santa Claus.

No obstante, no es hasta el S.XX, con las exploraciones al Polo Norte, que se descubren más cosas de los duendes que hasta entonces se desconocían. Ahora se sabe con certeza que estos seres, pasan la mayor parte del año con Santa Claus, pues son sus mejores ayudantes. Ellos son los que fabrican los juguetes y preparan las golosinas en los talleres que tiene Santa, allá en el lejano Polo. También envuelven los juguetes en papeles y cajas brillantes y coloridas, convirtiéndolos en hermosos regalos. Le ayudan a leer todas las cartas que recibe de miles y miles de niños.

También se sabe que le ayudan a meter los miles de regalos en su saco mágico y a cargar este en el trineo.

También se dice que cuidan de los renos para que no les falta de nada y no pasen frío. Además de mantener siempre todo limpio, sobre todo el trineo, que debe quedar brillante.

También se cuenta, que los duendes son los encargados de viajar en forma de estrella fugaz y colarse en nuestras casas para hacer alguna que otra travesura y sobre todo para observar si los niños se portan bien o mal, informando después a Santa.