Dignidad: es lo que nos hacía falta

Por Alejandro MARIO FONSECA

CHOLULA.- México, gracias a Dios no es un país con la capacidad de enfrentar guerras internacionales. Además, los gringos nos necesitan, pero tampoco somos una nación sometida al capricho de los halcones de la ultraderecha norteamericana que siempre han estado al acecho. Si, hay que verlo con frialdad: no somos guerreros, pero somos trabajadores y tenemos dignidad.

La dignidad es la cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni degraden.

Y eso es precisamente lo que el Presidente AMLO está demostrando con toda claridad y sin ningún reparo. Y lo más importante es que la mayoría de los mexicanos aplaudimos su postura. A continuación, voy a reproducir (ya que es un buen resumen de la embestida actual) la nota 5861 de la actual legislatura de nuestra Cámara de Diputados:

Palacio Legislativo, 16-03-2023 (Notilegis). – Diputadas y diputados de Morena, encabezados por Raymundo Atanacio Luna, externaron su rechazo por la iniciativa impulsada por dos congresistas republicanos que plantean la intervención del Ejército de Estados Unidos en México, con el pretexto de combatir al crimen organizado y el tráfico de fentanilo, calificaron este acto de oportunista e irresponsable.

Respaldan respuesta del Presidente AMLO

Asimismo, respaldaron la firme respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador ante esta situación, en donde rechaza de manera contundente el intervencionismo.

En rueda de prensa, Atanacio Luna aseguró que “nuestro país no va a permitir la intromisión de aquellos políticos conservadores que sueñan con que haya militares estadounidenses en suelo mexicano”.

“Las declaraciones que han hecho los congresistas conservadores de mandarnos a sus agencias de inteligencia y a su Ejército, sólo es para sacar raja política porque ya se acercan las próximas elecciones en Estados Unidos. Les digo que mejor se ocupen en legislar y regular la venta de armas en su país”, apuntó.

Dijo que López Obrador es el único Presidente que ha regresado la dignidad a México ante los Estados Unidos.

En su intervención, la diputada Susana Prieto Terrazas manifestó que México no es traspatio de Estados Unidos, es su segundo socio comercial y pidió respeto a nuestra soberanía e independencia.

Resaltó que este jueves el Pleno de la Cámara de Diputados abordó, durante la discusión de la agenda política, la amenaza de intervención de las fuerzas armadas estadounidenses en territorio mexicano, para responder “de manera contundente” a los legisladores norteamericanos, “que por llevar agua a su molino han estado dando declaraciones inaceptables que comprometen nuestra independencia y sobre todo nuestra soberanía como un país”.

La diputada Adriana Bustamante Castellanos señaló que fueron los republicanos Dan Crenshaw y Michael Waltz quienes presentaron una iniciativa para que el Ejército estadunidense intervenga para impedir que el fentanilo llegue a ese país.

La extrema derecha norteamericana

“El discurso de estos congresistas es oportunista, propagandístico e irresponsable y subyace en él una ideología y defensa de las políticas de extrema derecha, que son racistas y clasistas”, aseveró.

Por su parte, el diputado Joaquín Zebadúa Alva advirtió al congresista Dan Crenshaw y a los que han hecho sus planteamientos que no busquen responsabilizar a México por los problemas que se originaron en su propio país.

Afirmó que la epidemia de fentanilo a la que hacen referencia y con la que justifican esta propuesta de intervencionismo militar en el territorio nacional mexicano, está ampliamente documentada, y se señala que la farmacéutica Purdue –propiedad de la familia Sackler– fue quien originó la crisis de los opioides, a finales de los noventas.

Reiteró su respaldo absoluto a la política del Ejecutivo mexicano para que el combate a las adicciones se considere como un problema de salud pública y no como un problema de seguridad. Sin renunciar a perseguir a todos aquellos que cometen actos ilícitos, que dañan a la población y que son generadores de violencia.

Finalmente, el diputado Azael Santiago Chepi pidió a la comunidad de mexicanos que habita en Estados Unidos a que tome en cuenta para las próximas elecciones las declaraciones de estos republicanos que atentan contra la soberanía de México.

¿Quién en su sano juicio puede estar en contra del apoyo de los diputados morenistas a nuestro Presidente? Sólo los ignorantes, los que desconocen nuestra historia.

El espejo indiscreto

Pero también se trata de un complejo de inferioridad que sin proponérnoslo hemos heredado de algunos malos gobernantes, que en su momento no supieron comportarse a la altura de las circunstancias. Por fortuna no es el caso del Presidente AMLO.

Antes de ser una realidad, los Estados Unidos fueron para mí una imagen. No es extraño: desde niños los mexicanos vemos a ese país como al otro. Otro que es inseparable de nosotros y que, al mismo tiempo, es radical y esencialmente extraño.

En el norte de México la expresión “el otro lado” designa a los Estados Unidos. El otro lado es geográfico: la frontera; cultural: otra civilización; lingüístico: otra lengua; otro tiempo (los Estados Unidos corren detrás del tiempo mientras que nosotros todavía estamos atados a nuestro pasado); metafórico: son la imagen de todo lo que no somos.

Son la extrañeza misma. Sólo que estamos condenados a vivir con esa extrañeza, incluso cuando nos ignoran o nos dan la espalda: su sombra cubre todo el continente.

 Es la sombra de un gigante. La idea que tenemos de ese gigante es la misma que aparece en los cuentos y leyendas. Un grandulón generoso y un poco simple, un ingenuo que ignora su fuerza y al que se puede engañar, pero cuya cólera puede destruirnos.

Así empieza uno de los escritos más lúcidos que he leído de Octavio Paz: El espejo indiscreto. Es básico para comprender cabalmente las claves de la compleja relación de nuestro país con el imperio norteamericano. Una de las características del ensayo es que con mucha habilidad el poeta nos obliga a vernos en el espejo gringo.