Editorial
Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ
CHOLULA.- Los ojos siguen mirando lo verán, hoy desfallecen por todo el día y la noche no hay fuerza en las manos de los hombres en los pueblos y naciones, él envió a la tierra el mal que padece la humidad, las noticias hacen desfallecer el corazón en naciones y pueblos. La tierra se ha contaminado al salir y entrar, porque el mal ha entrado hasta el alma estamos unidos en cieno profundo, donde no se puede salir, por el momento, la corriente del coronavirus ha anegado diferentes lugares de la tierra, cansados están de llamar las gargantas se han enronquecido, los ojos han desfallecido, esperando a nuestro dios, han aumentado cada día, el mal se ha vuelto poderoso, destruyendo hombres y mujeres, en pueblos grandes y pequeños, nuestros pecados no se pueden ocultar, somos avergonzados, confusión ha cubierto los rostros. He llorado a gritos por el dolor, es grande la afrenta, yo a ti oraré y oraba a mi señor y dios, en tiempo de pruebas enfermedades, y en tiempos de buena voluntad. Porque en ti hay misericordia ahora escuchamos sácanos del cieno anegado, no seamos sumergidos en la profundo, “en este grito de angustia”, no me trague el sepulcro y cierre los ojos y la boca, respóndenos mi señor, tu misericordia es infinita.
No escondas tu rostro de nosotros, estamos angustiados, apresúrate, escúchanos, líbranos del coronavirus, estamos acongojados, compadécete de nosotros los pueblos te lo imploran, mi comida y bebida ha sido amarga, tu irá, sobre nosotros sea aplacada y perdónanos, en las cámaras han quedado algunos moradores, porque somos heridos de muerte, el dolor de moribundos han sido traídos de los vivientes, miseria y aflicción del ser humanos; mi salvación , oh dios él me pondrá en alto alabaré su santo nombre con cánticos, exaltándote con alabanzas lo sabrán los pueblos, lo verán y se gozarán, hoy y mañana.
Buscad a dios y vivirá tú corazón. Nuestro dios escucha al necesitado, alabadle cielos y tierra, el mar “tú y yo”, mi corazón y mi carne desfallecen; más la roca es dios por siempre, el que se aleja de ti morirá, destruirás todo aquel que en ti se aparta, me acercaré a ti, el bien estaré esperando, en ti está mi esperanza, hombres y mujeres están hambrientos y sedientos, su alma desfallece el alma para ser salvos, acéptale y espera en su palabra, todos sus mandamientos son verdaderos, hay terror, angustias y dolor, ha venido el asolamiento del todopoderoso, las manos se han debilitado desfalleciendo el hombre, su s rostros, rostros de tristeza, el mundo es contagiado por la maldad, la arrogancia, y la soberbia cesarán, la altivez del fuerte se terminará desfalleciendo todos, no has sabido, no has oído que dios es eterno.
Él está sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas, él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. Isaías 40-21.
Él convierte un nada los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. Isaías. 40-23. Él da fuerza al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna. Isaías. 40-29. Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Isaías 40-31. Causa de mi fuerte dolor mi corazón desfallece, en mí, hijos e hijas de tierras lejanas, han pasado las estaciones del año paso la siega, espanto se ha apoderado del ser humano, ahora no hay bálsamo ¿No hay médico, no hay medicinas para los pueblos y naciones y sean curados? Los ojos son fuente de lágrimas de día, de noche, muertes en pueblos y ciudades porque de mal en mal no ha sido detenido el coronavirus.
Ahora somos probados en los valles y montes hay lloro y lamentaciones y llanto porque hay desolación, ahora date prisa levanten llanto por nosotros en los ojos hay lágrimas, los parpados destila agua, hay destrucción, hay muerte, la muerte entró en todo hogar a exterminar. Solo dios es digno de honra y gloria porque él hace justicia, juicio y misericordia en la tierra, los ojos han desfallecido en lágrimas, se han conmovido las entrañas en los hogares por personas que han muerto.
Acuérdate mi señor de lo que nos ha sucedido, y sigue, mira y ve nuestra afrenta, en las casas hay dolor, huérfanos somos, sin padre, nuestras madres son viudas, el hambre se apodera, el dinero escasea, el trabajo es lento, padecemos enfermedades, hay fatiga, no hay reposo, el pan escasea, hombres y mujeres han muerto, el castigo sigue su curso, nuestra esperanza de pueblos y naciones, tú oh dios puedes salvarnos. Sacarás mi vid de la sepultura, oh señor dios mío, mucho tiempo anduve vagando sin luz en pecados, él me perdonó ¡Libre soy! Soy feliz, me liberó, ahora soy salvo, “libre soy”. Dios nos ama.