Marcha 4T en Puebla
CHOLULA.- Impresionante… simplemente impresionante fue la marcha de la 4T el pasado domingo en Puebla, inclusive los medios nacionales como REFORMA y LA JORNADA calculan que es diez veces mayor a cualquier marcha convocada por el PRIANRD, los que logramos las primeras imágenes de los que encabezaban jamás pensamos que a treinta minutos de haber llegado al zócalo los primeros contingentes seguirían desfilando por Reforma más contingentes todavía, llenos la Juárez, El Carmen, Santiago, el centro; de gente que caminaba al gallito, todos absolutamente todos los identificados con Morena estaban allí, militantes y simpatizantes; inclusive Senadores, Diputados Federales y locales; funcionarios, Presidentes con Regidores, Síndicos, miembros del partido etc. ¡Estábamos apretadísimos! “¡La mayoría está de este lado, chingao!, ¡está acá!”, exclamó Barbosa en el discurso que pronunció en el zócalo de la capital, donde desembocaron cientos de contingentes oriundos de diversos puntos del estado. La movilización “Puebla con AMLO” contó con la participación de alcaldes emanados de la alianza Morena-PT, sindicatos de burócratas y maestros, así como trabajadores del gobierno estatal y ciudadanos que apoyan a las administraciones públicas de la conocida Cuarta Transformación (4T). También asistió el líder de la CTM en Puebla y exdiputado federal del PRI, Leobardo Soto Martínez, quien explicó que atendió el llamado del gobernador para celebrar los incrementos sustanciales que ha tenido el salario mínimo durante la administración Lópezobradorista. Al preguntarle al líder Cetemista si no se enojaría el PRI con él y su participación, Leobardo Soto mientras se dirigía a la plaza más importante de la ciudad, respondió que los priistas nunca le toman parecer de lo que hacen. De acuerdo con estimaciones del partido Morena, que encabeza en el estado Olga Lucía Romero Garci-Crespo, en la marcha de este domingo 4 de diciembre participaron 100 mil personas que tuvieron como consignas principales “Es un honor estar con Obrador” y “Barbosa amigo, siempre está contigo”. En el mitin con el que terminó la movilización, Miguel Barbosa aseguró que el objetivo de la misma fue evidenciar que los gobiernos emanados de la 4T cuentan con la simpatía de los habitantes del estado. “La calle es nuestra (…) y tenemos la frente en alto para decirle a todos reunámonos, salgamos y no dejemos que la derecha, la hipocresía, quiera aparentar que son ellos los que tienen la razón”, manifestó en clara alusión al PRI, al PAN y a las organizaciones de la sociedad civil de corte conservador que marcharon el 13 de noviembre para reprobar la gestión de López Obrador y la reforma electoral que impulsa. Además, se pronunció a favor de transformar al Instituto Nacional Electoral (INE) para impedir que haga “trampa” en los comicios venideros, como lo hizo en el pasado el Instituto Federal Electoral (IFE). Agregó que de no haber sido por la alta participación ciudadana registrada en las elecciones de 2018 y la alta votación que recibió López Obrador, el INE no hubiera reconocido su triunfo. “Hoy no podemos permitir que este modelo electoral se siga aplicando. La Cuarta Transformación no está en contra de las instituciones, está a favor de la legalidad y de que las instituciones sirvan”, agregó el mandatario local en compañía de su esposa, María del Rosario Orozco Caballero, así como de dirigentes, alcaldes y legisladores de Morena, el PT y el PVEM. La marcha congregó a la mayoría de los aspirantes de Morena a la gubernatura de Puebla, ninguno de los cuales tuvo un papel protagónico durante el acto, ya que se decidió que sólo tomarían la palabra el mandatario local y la alcaldesa de Atlixco por el PT, Ariadna Ayala Camarillo. De hecho, Barbosa aclaró en su disertación que la movilización, a la que calificó como “el acto social y político más importante en la historia moderna del estado”, no tuvo un fin electoral ni se estableció como objetivo impulsar alguna aspiración. Los postulantes que accedieron al escenario usado por Barbosa para enviar un mensaje a la población fueron el senador Alejandro Armenta Mier, el coordinador de la bancada de Morena en el Congreso local, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, así como los secretarios de Economía y Salud, Olivia Salomón Vivaldo y José Antonio Martínez García, respectivamente, sin embargo, ninguno estuvo cerca de Barbosa. A la marcha también se presentó Rodrigo Abdala Dartigues, delegado de Programas para el Bienestar en Puebla. Abdala no estuvo presente en el escenario porque el contingente que encabezó se quedó rezagado, razón por la cual arribó al zócalo casi una hora después de que concluyera el mitin. Y tiene razón respecto al INE, Por más esfuerzos procesales de contención que hace, el Instituto Nacional Electoral (INE) está rebasado en cuanto al acelerado futurismo presidencial que desató el tabasqueño avecindado en Palacio Nacional. Con tres corcholatas destapadas (Claudia, Adán Augusto y Marcelo, en orden no alfabético sino hipotéticamente afectivo) y dos aspirantes extraoficiales no bien queridos en ese ánimo supremo (G. F. Noroña y R. Monreal), el tablero del partido en el poder y sus aliados está en permanente movimiento de piezas, con el presunto árbitro personificado en Lorenzo Córdova Vianello. La más reciente tentativa del INE de poner orden se ha referido a Sheinbaum (cuya delantera tan explícita la ha expuesto tempranamente a pagar cuotas de desgaste), en específico respecto a formas de propaganda electoral adelantada por las cuales la Comisión de Quejas y Denuncias del citado instituto instruyó a la beneficiaria Sheinbaum a que llamara a sus seguidores a evitar esas adhesiones públicas. Es evidente la muy débil efectividad de las medidas cautelares acordadas por esa comisión del INE. ¿Cómo impedir que un ciudadano, en ejercicio de sus derechos, pinte una barda de su propiedad con el letrero que se le antoje o que haga propaganda a una precandidatura deseada? ¿Cómo probar que ese flujo de propaganda corresponde a una orden concreta de la precandidata, así sea la evidentemente favorecida? El INE es, en estos momentos, una institución marchita, tocada por la pugna política que ha llevado incluso a marchas públicas y estancadas a la espera de la programada salida de Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, los villanos principales de la narrativa marca Cuarta Transformación. En términos prácticos, el INE carece hoy de fuerza política, solidez interna y autoridad moral para sostener y ejecutar alguna sanción fuerte y ejemplar a presuntos violadores de la discutible legalidad electoral. El INE carece históricamente de dientes para hacer cumplir sus decisiones. Pero en las circunstancias actuales está afectado de una lorencitis aguda que lo mantiene virtualmente postrado, a la espera de una mejoría mediante relevos, para la cual faltan meses. En los hechos, y como ironía en forma de bumerán, la pretensión de someter a Sheinbaum a medidas cautelares le puede dar más ganancias políticas a la precandidata. Ya dicha gobernadora cumplió la instrucción del INE de publicar un deslinde público respecto a pintas de bardas y otras formas de propaganda a su favor. Lo hizo de una manera que resulta burlesca y contraproducente hacia el INE y habrá de verse si no se producirá una oleada de ciudadanos que por sí mismos hagan esa propaganda pro Claudia sin que haya forma institucional efectiva para impedirlo. Seguiremos después. Bay