* ¿Qué implica para la vida y para el planeta? * Según estudio es posible que esté girando en sentido contrario que la superficie del planeta y podría impactar en la temperatura y duración de los días
CHINA.- El núcleo de la Tierra -una esfera de hierro casi puro a más de 5.000 kilómetros de profundidad que está más caliente que el Sol- se ha frenado y es posible que esté girando en sentido contrario que la superficie del planeta, según un estudio publicado ayer lunes en la revista Nature Geoscience. Este freno puede tener efectos globales, como acortar los días en unas fracciones de segundo e influir en el clima y el nivel del mar.
Los dos autores del trabajo son Yi Yang y Xiaodong Song, del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín, en China. Ambos han intentado resolver un enigma vigente desde que, hace unas décadas, se confirmó que la Tierra contiene un planeta dentro de otro.
El más pequeño sería el núcleo interno: una esfera sólida de unos 1.200 kilómetros de diámetro que gira libremente en un mar de hierro fundido y otros metales, conocido como núcleo externo.
La rotación libre de esta gigantesca esfera es como una dinamo que genera el campo magnético de la Tierra, que la protege de la radiación espacial y permite que haya vida en su superficie.
En torno a este núcleo se extiende el manto terrestre, con un espesor de casi 3.000 kilómetros, y por último, la corteza exterior, con apenas unos 40 kilómetros de espesor medio.
Llegar al centro de la Tierra es un reto imposible. A finales de los años 70, científicos soviéticos comenzaron a cavar un pozo en la península de Kola, al norte de Rusia. Tras años de trabajo llegaron hasta 12 kilómetros de profundidad, lo máximo que se ha conseguido cavar.
Parece imposible ir mucho más allá sin que las paredes del agujero se derrumben por la presión. El método habitual para entender qué sucede en zonas más profundas es analizar terremotos. La variación de las ondas sísmicas a medida que atraviesan el planeta desvela la composición interna del núcleo y su velocidad de rotación.
Días más cortos
En 1996, Xiadong Song fue uno de los autores de un estudio revelador que analizó señales sísmicas y demostró que el núcleo interno de la Tierra gira más rápido que la corteza. En 2005, este científico confirmó esas observaciones y detalló que el núcleo da una vuelta más que el resto del planeta cada 900 años, aproximadamente.
Esta falta de sincronía se debe en parte a que las mareas y el alejamiento progresivo de la Luna han ido frenando a la corteza, lo que hace que los días no duren exactamente 24 horas -hace 1.400 millones de años, un día tenía menos de 19 horas-.
En paralelo a este fenómeno, los días se están acortando unas fracciones de segundo desde hace unos años sin que nadie sepa por qué.
Ahora, Song ha analizado casi 200 terremotos en las islas Sandwich del Sur, un remoto archipiélago del Atlántico cercano al polo Sur. El científico realizó sus observaciones entre la década del 1960 y la actualidad.
En los hechos, estos sismos sucedieron en parejas y produjeron ondas idénticas.
Sin embargo, al ser captados en estaciones de Alaska, cerca del polo Norte, sus ondas llegaban ligeramente desacompasadas si al atravesar el núcleo este giraba más rápido que la corteza.
El análisis de estos temblores con modelos informáticos que reconstruyen toda la Tierra muestran que, en 2009, el núcleo terrestre se frenó y desde entonces gira un poco más lento que la corteza.
Esta observación tiene una implicación insólita. “Visto desde el espacio, el núcleo gira prácticamente al mismo paso que el resto del planeta. Pero desde el punto de vista de la superficie, donde están las estaciones sísmicas, el núcleo gira ahora en dirección contraria; hacia el oeste”, explica Song a EL PAÍS de Madrid.
Los científicos también han detectado que a mediados de la década de 1970 ya hubo un parón similar a este.
“Inferimos que hay un ciclo de oscilación que dura unas siete décadas. Esto sugiere que hay una resonancia que conecta todas las capas de la Tierra que se produce con esa cadencia”, detalla Song.
Este fenómeno puede tener efectos globales. “En los últimos años, los días se están haciendo más cortos y es posible que en parte se deba al núcleo de la Tierra”, razona.
La anomalía del núcleo hace que un día sea una milésima de segundo más corto ahora que en 1970, detalla el científico.
“La rotación del núcleo interno dentro del externo también altera el campo gravitatorio interno y causa deformaciones en la superficie, lo que a su vez puede influir en el nivel del mar. Estos cambios podrían también afectar a la temperatura global del planeta”, sugiere el geólogo.
En base a El País de Madrid