CHOLULA.- Se escucha por ahí que hoy día todo ha cambiado, que si por la transformación, que si pro la pandemia, que si por ciclos, en fin por lo que usted guste y mande, es algo simplemente natural. En esos cambios, no se pueden dejar aparte o ignorar los hábitos de toda sociedad, uno de ellos el auto-cuidado, esos tiempos en los cuales se le dejaba todo al gobierno, han pasado, hoy en materia de seguridad pública, debe ser cada ciudadano quien debe de cuidarse y cuidar a los suyos, y viceversa. La violencia de los delincuentes, apadrinados desde las más altas esferas, tienen más libertades, que la misma libertad, pueden actuar con impunidad, con más derechos que la víctima de un delito. Eso le estará dando un poquito de tranquilidad, no se puede uno acostumbrar a vivir entre la inseguridad, y menos ser usado como bandera política, para que unos cuantos le saquen provecho personal al tema. ¿Será? Se escucha por ahí que en eso de la inseguridad, se ve como los grupos delictivos han ido en aumento, empiezan como un juego, como un reto de a ver si hace algo fuera del marco de la legalidad y de ahí ya no hay salida. El grupo de amigos, de esos niños y jóvenes, se convierte en pandilla, que buscan ya no la vivir la adrenalina por demostrar ser bueno para infringir la ley, sino porque desean lujos, dinero, comodidad, así como la que ven tienen esos delincuentes de la televisión, de las películas, en fin tener varo; a costa de la vida de sus seres queridos, que finalmente no son tan queridos porque les ha puesto sin querer, un precio a sus cabezas. La descomposición del tejido social, es tan alta, y no es algo privativo de Cholula, Puebla o México, solo hay que ver cómo están en otros países, supuestamente de primer mundo o más desarrollados, han pasado del crimen organizado, que se creía era lo más alto en las esferas criminales, a lo que hoy empiezan a llamar “solitario”, sujetos bajo los efectos de las drogas, armados hasta los dientes, se meten en una escuela y piedad alguna, matan a seres inocentes. Ahí lo que viven todos los días en Estados Unidos. ¿Será? Se escucha por ahí que en días pasados, le aplicaron la ley, al comerciante que por años invadió la entrada del mercado Cosme del Razo, bajo la sombra de sus “padrinos” políticos, de los cuales hoy carece, y es que esos personajes se dieron cuenta que no se debe de infringir la ley, cuando tienen un cargo público, el cual se termina y con ello el poder que pensaban tener. Los ciudadanos pueden ya ingresar al mercado con una mayor relativa seguridad, aunque los hábitos se hacen costumbre y son pocos los que haden uso de dicha puerta. Los comerciantes en dicho mercado, felices, porque finalmente se hace justicia y quisieran que dicho personaje de plano ya no estuviera en ese lugar, lo cual podría ocurrir, y es que hasta donde se sabe, ni siquiera es dueño del local, lo era su señor padre, que en paz descanse, y ahora están en un proceso de que sea un juez el que determine quién debe ser el legítimo propietario, y en una de esas, el “grillo” se queda chiflando en la loma. ¿Será? Se escucha por ahí que las lluvias están siendo abundantes, fuertes aguaceros y vientos aún más fuertes. Si usted tiene una construcción de adobe, antigua, o vive cerca de una de ellas, no estaría por demás, verifique o haga verifiquen, sea una construcción segura, y no sea que por el reblandecimiento de ese material, se lleve un gran susto o se vea envuelto en una tragedia. Ya han caído 2 bardas, una de más de 2 metros de alto, que causó daños materiales, otra un poco más bajita, dejando a un menor de edad, de 11 años, lesionado, quien por cierto está hospitalizado, estable, pero delicado. No piense que esas construcciones pueden caer en los momento de lluvia, no, pueden caer cuando menos lo espere. En Protección Civil, le pueden ayudar, le pueden orientar sobre el tema. Así estará usted más seguro. ¿Será? Se escucha por ahí que en Cuautlancingo, las calles se han convertido en ríos, el agua corre a gran velocidad, y gran cantidad. Cuando ya no hay agua, se ven las calles llenas de tierra, piedras, y tanto vecinos, como autoridades se dan a la tarea de limpiarlas. Hace falta, no solo un gran drenaje pluvial, sino trampas para retener esas grandes cantidades de tierra, pero sobre todo de piedras, las cuales por la velocidad se convierten en un proyectil destructor. Abuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrrrrrrr.