“Sospechosismo” 126-C
Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA
CHOLULA.- Destapándose más el problema de Ayotzinapa, van a caer muchos involucrados de altos vuelos, principalmente del ejército y del sistema de seguridad de aquellos tiempos. Problema que ya tendía a quedar en el olvido, como tantos otros que las circunstancias y el tiempo, tienden a borrar. Debería de existir un articulado constitucional, en el sentido de que algunos delitos graves, no prescriban, como el caso de la traición a la patria, asesinatos masivos como el del 68 y otros, robo a la nación por determinado monto y otros.
No es posible que después de tanto saqueo, en determinado tiempo, este les otorgue la impunidad necesaria para retirarse a disfrutar lo mal habido. Nuestras leyes están incompletas y es a lo que se deberían de aplicar nuestros representantes, que poco nos representan, en vez de andar protegiendo fuentes de corrupción, como los fideicomisos y hacer payasadas en los recintos camarales dignas de un circo o un palenque de gallos. La calidad del debate se ha vuelto circense y deja mucho que desear a la ciudadanía.
Lo que con las Uñas se Gana, Tierra se Vuelve
Ya no se puede remediar materialmente, lo acontecido en los hechos de asesinatos masivos, pero si se lleva la investigación a buen puerto, sí tendrá las consecuencias necesarias, para no repetirse. Pero hay casos muy desiguales en la justicia mexicana. Digo esto, porque la sentencia impuesta a la Maestra dueña de la escuela que tiró el temblor del 17, en nada se parece al caso de la guardería ABC, DONDE MURIERON VARIOS NIÑOS QUEMADOS. Como que nuestras leyes no nos tasan igual, en situaciones parecidas. Hay muchos casos, en qu el tiempo está borrando culpas y pasarán al archivo del recuerdo solamente. El poder judicial no cumple expectativas en la impartición de justicia ¿DÓNDE ESTÁ?