Por Nancy LUNA SORCIA
CHOLULA.- El origen del colchón se remonta a la prehistoria, cuando las personas comenzaron a elaborar sus colchones con materiales como la lana, paja y las hojas de los árboles. Estos colchones tenían una vida muy corta ya que era también hogar de muchos insectos.
Los colchones como los conocemos ahora datan del año 3.600 a. C., cuando las personas llenaban de agua las pieles de la cabra, después esta técnica fue cambiada y en vez de llenar de agua los colchones los llenaban de lana porque da mucho más calor.
Los primeros colchones como tal, consistían en una funda rellena de materiales orgánicos, como paja, lana, hojas, etc., que eran nido de pequeños insectos por lo que había que ventilarlos y airearlos periódicamente.
Los griegos y los romanos descansaban sobre colchones algo más sofisticados que constaban de esponjosos almohadones de plumas de ganso y oca sobre catres de madera y pieles. Asimismo, los romanos también inventaron las camas de agua.
El individuo era reclinado en una cuna de agua tibia hasta que conciliara el sueño, luego lo trasladaban a otra adyacente provista de un colchón donde era mecido hasta dormir.
A partir de la época del Renacimiento los colchones de las clases acomodadas eran de terciopelo o seda rellenos de paja p plumilla y colocados sobre mallas hechas de soga.
Como revolución indiscutible en el siglo XVI se lanzó en Francia el colchón de aire. El tapicero del rey de Francia confeccionó una colchoneta neumática con hule impermeable que se empleaba para reposar más que para dormir.
Ya en el siglo XVII se lanzaron en el Reino Unido, no sin grandes problemas, los primeros colchones de muelles. El gran obstáculo fue que, al tratarse de muelles cilíndricos no se comprimían, sino que se vencían hacia el frente y los laterales.
A mediados de la década de 1850 se comenzaron a fabricar, aún de forma artesanal, muelles cónicos que facilitaban su compresión vertical. Uno de los colchones más populares en Estados Unidos fue lanzado en 1925 por el fabricante Simmons.
Ya en los 70 aparecieron los modelos de muelles más sofisticados que literalmente arrasaron en el mercado. Este auge se mantuvo hasta hace pocos años se consolidaron definitivamente los colchones de látex.
Posteriormente llegaron diversos materiales especiales como bultex, airvex,eliocel, viscoelástica, stylex, etc. que, en algunos mercados europeos, ya abarcaban más ventas que el tradicional colchón de muelles.
Si consideramos que sobre el colchón pasamos aproximadamente más de un tercio de nuestra vida y que tiene una influencia relevante en nuestra salud y calidad de vida, la decisión de adquirir uno no puede dejarse al azar sino que debe ser meditada y elegir, de entre las diferentes opciones que ofrece el mercado, la que más se adapte a nuestras necesidades.