Por Edmundo TLACUILO ALMAZÁN
CHOLULA.- Las causas de la revolución mexicana fueron de carácter social, político. Entre ellas se encuentran la nula libertad de expresión, la desigualdad social, la sobreexplotación laboral, y muchas otras que condujeron al hartazgo del pueblo mexicano, la que culminó con una serie de levantamientos armados y con el derrocamiento del régimen porfirista.
Principales causas de la revolución mexicana
La desigualdad social y la concentración de la riqueza. Es cierto que durante el porfiriato nuestro país tuvo un crecimiento económico importante, sin embargo, la riqueza quedó repartida en unas cuantas manos, nacionales y en otras pocas extranjeras.
No existía la libertad política, es decir, el pueblo no podía elegir a ningún representante dentro de los poderes estatales, ni federales. Esos eran impuestos por Porfirio Díaz, quien pese a estar en contra de la reelección permaneció en el poder más de 30 años.
Despojo de tierras a los campesinos. Díaz hizo una serie de reformas a la legislación que facilitaban la entrada a compañías extranjeras para que se adueñaran de “terrenos baldíos” los cuales en realidad pertenecían a indígenas, campesinos o gente uy pobre que no tenía el dinero para trabajar sus tierras y eran despojados de ellas.
Creación de latifundios. Las haciendas de gran extensión pertenecían usualmente a unos pocos propietarios, mientras la mayoría de los mexicanos moría de hambre.
Pese al impulso de la educación superior, disminuyó la calidad de la enseñanza popular. De hecho, el 80 or ciento de la población era analfabeta.
No había libertad de expresión. La prensa tenía prohibido emitir cualquier tipo de en contra del gobierno y las huelgas estaban prohibidas para todos los sectores, obreros y campesinos carecían de protección laboral por lo cual estaban expuestos a la sobreexplotación. La mayoría de los trabajadores incluso debían cumplir con jornadas de más de 12 horas por un sueldo miserable de 75 centavos.
Represión y uso de la fuerza. Las condiciones laborales eran pésimas, sin embargo, cuando los trabajadores y campesinos trataban de manifestar su inconformidad, fueron reprimidos brutalmente, u ejemplo es el asesinato de obreros durante la huelga de Cananea (1906) y de Rpio Blanco (1907).
Como ya revisamos, las causas de la revolución mexicana fueron tantas, y de tal gravedad que un estallido social parecía inevitable. Pero ¿Cómo se desarrolló este episodio? Para responder a dicha pregunta, a continuación desde la conquista de México, en 1521, los españoles sostuvieron una implacable campa{a ideológica sobre los vencidos, para convencerlos de su incapacidad “natural” y atraso, pintándolos como una horda de salvajes infamaron hasta el extremo nuestra cultura. En esa narrativa los españoles eran los “civilizadores”, no obstante e esplendor alcanzado por las culturas derrotadas y precisamente por ser la cima de la civilización, y con una gran población para demoler su imagen y orgullo del poderoso imperio azteca, se puso en práctica sistemáticamente y con particular saña una labor de desprestigio, como negación, para minimizar y borrar de la memoria colectiva el recuerdo de aquella grandeza, pues representaba un peligro para la estabilidad del dominio español. A mayor altura alcanzada más presión se requería para abatirla, cabe decir aquí que esta tesis ha sido desarrollada hace tiempo con gran profundidad por el carácter racional de los indígenas. Recuérdese solo la memorable controversia de Valladolid (1550-1551), entre fray Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda. Demeritar y empequeñecer la imagen de aquella gran civilización busco justificar el saqueo y la explotación, y nos educaron en el malinchismo: éramos, decían, un pueblo primitivo, incapaz de cosa alguna de importancia, y no una brillante civilización derrotada. Buscaron avergonzar a los vencidos e inculcarles admiración a la “superioridad de la raza blanca”, para convencerlos de su “inferioridad”, e infundir desánimo, pero esa labor chocaba con la realidad.
Nuestra historia antigua está jalonada de grandes civilizaciones; desde la olmeca, la teotihuacana, maya, mixteca, zapoteca; los toltecas en Tula; los aztecas y Texcoco, refinada cultura, en el apogeo ciencias y artes florecieron, convirtiendo a México en civilización de muy alto nivel de desarrollo. Se cultivaron la astronomía, matemáticas destacadamente éntrelos mayas, arquitectura escultórica, arte plumario, la medicina, herbolaria, como narra fray Bernardino de Sahagún recogiendo versiones de los informantes de Tepeaulco. Portentos d ingeniería y urbanismo fueron la división de las aguas del lago, el acueducto de Chapultepec, el diseño urbanístico y las cuatro grandes calzadas de Tenochtitlan. Bernal Díaz del Castillo dice en su historia verdadera de la conquista de la Nueva España; y otro día por la mañana llegamos a la calzada ancha y vamos camino de Estapalapa y desde que vimos tantas ciudades y villas pobladas en el agua, y aquella calzada tn derecha y por nivel como iba a México, nos quedamos admirados, y decimos que parecía a las cosas de encantamiento que cuentan en el libro de Amadis, por las grandes torres y cúos y edificios que venían dentro del agua y todos de calicanto, y aun algunos e nuestros soldados decían que i aquello que veían si era entre sueños y uno es de maravillar que yo escriba la revolución y algo de la conquista.
Benévolo lector; algunos versos de Roque Dalton
El pueblo vencerá, vencerá pronto
Con su ira y su amor, vencerá pronto
En su mar estaremos, vivos, muertos,
Entonces.
Faltan tan solo algunos pasos.
¡Adelante! Roque Dalton