CHOLULA.- Se escucha por ahí que a la baja van los servicios bancarios, ya sea de sus máquinas o sistemas y aplicaciones, hasta el trato con el cuentahabiente de manera física. Hay al menos 3 instituciones bancarias en las cuales su personal deja mucho que desear al momento de, supuestamente, atender a sus clientes, muchos de los cuales se quejan de actos de discriminación, ahí impera la premisa de “Cuánto tienes, cuánto vales”, ya que según el monto de dinero que manejes y tengas en las tarjetas, es como te dan la atención, que va desde -ahí se queda parado y espera-, hasta el servilismo de -pase usted, aquí lo atienden-, pasando por quienes ya tienen rato parados ahí en la banqueta, al rayo el sol, esperando turno, y todo por ser un ciudadano con poco dinero o no tener cuenta en esa institución bancaria. ¿Será? Se escucha por ahí que los días de fiesta, como lo fue este lunes 12 de diciembre, día que el personal bancario descanso, lo cual es bueno para ellos, se lo merecen; malo para los usuarios, quienes se toparon que al momento de tratar de retirar dinero se toparon con un cajero vacío, de Bancomer, Banamex, Scotian, y ni modo a quedarse con las ganas de tener efectivo para ir a pagar algún servicio, en donde se carece del servicio por internet. Ante todo esto se escuchan comentarios de cuentahabientes que algún diputado responsable, debería de tomar cartas en el asunto, primero para terminar, erradicar la discriminación que se da en las instituciones bancarias, se supone que en México, todos somos iguales, tenemos los mismos derechos, y no se pueden aplicar métodos extranjeros como ocurre en los bancos. En los últimos meses se ha trabajado en erradicar la discriminación en negocios, en oficinas de todo tipo, así que nada les costaría hacer lo mismo en los bancos, sobre todo en aquellos que retienen a los usuarios en la calle, cuando eso se daba en los tiempos críticos de la pandemia, por ser necesario y obligatorio por un decreto, hoy eso ya no se aplica, y ese banco lo sigue haciendo. ¿Será? Se escucha por ahí que otro problema que está resurgiendo, como allá a finales de la década de los 80’s y en los 90’s, con los cafres del servicio de traslado de valores, los de la Panamericana, camionetas blindadas, con choferes prepotentes y sordos. Se estacionan donde se les pega la gana, a la hora que quieren, y no hay autoridad que evite, al contrario hasta parece les aplauden su incorrecta conducta. Esos malos hábitos terminaron por ahí de 98-99, cuando un director de Tránsito, hoy vialidad, con el respaldo del gobernador de ese momento, se fajó los pantalones, y los puso en orden, los obligaron a respetar los reglamentos viales. Hoy se estacionan en centros comerciales, en espacios para personas con discapacidad, en entradas y salidas, los guardias armados, con el dedo en el gatillo, dios nos libre que se altere o asuste y le jale, un inocente o varios, podrían resultar lastimados o muertos. Sin lugar a dudas, algo deben de hacer las autoridades para prevenir accidentes, para que respeten las reglas, y todos contentos. ¿Será? Se escucha por ahí que los “viene, viene” que aparecieron de la nada, en las inmediaciones del cerro de Guadalupe, como cada año, se apoderaron de las áreas verdes laterales de la calzada Guadalupe, y abusivos le cobraron de a 50 pesos, eso sí tiempo libre, pura ganancia para ese grupo de personas, que ni de Cholula eran. En algunas calles cercanas, lo mismo, y muchos lo pagaron con tal de no caminar mucho y quedar supuestamente seguros. ¿Será? Se escucha por ahí que vecinos del barrio de Mixquitla, se están quejando por robos que se han cometido en domicilios particulares, durante las madrugadas. Se quejan amargamente, con justa razón, les ha costado mucho el hacerse de sus pertenencias, como para que un ladronzuelo, sin escrúpulos, se los robe. Se han enterado que los pillos, son integrantes de una banda surgida en el mismo barrio, es decir sus mismos vecinos les están robando, lo malo que no han querido dar detalles de quienes son y cómo se llama esa banda, dicen tener miedo a represalias. Quien calle, no solo los deja seguir actuando, sino se convierte en cómplice de esos delincuentes, los cuales irán creciendo y seguirán haciendo de las suyas. La hierba mala se corta de raíz, y a tiempo, si lo dudan vean como lo hace el campesino, y cuando lo hace a tiempo, tienen una producción buena. Abuuuuuuuuuuuurrrrrrrrr.