* Familiares, amigos y el colectivo Sor Juanas han intensificado la búsqueda para encontrar con vida a la mexicana desaparecida en Berlín, a través de visitas a distintos espacios y formatos en Excel
MÉXICO.- Hoy por hoy, la búsqueda de personas desaparecidas a través de colectivos que suman su voz se ha intensificado de manera invaluable, puesto que los esfuerzos pueden agotar la energía, pero jamás la esperanza de encontrar a quien se ha extraviado.
Tras la desaparición de María Fernanda Sánchez Castañeda, en el distrito berlinés de Treptow-Köpenick, el pasado 22 de julio, familiares acudieron a las autoridades con la confianza de que las labores para hallar a la mexicana dieran frutos.
Aunque la familia de María Fernanda ha agradecido a las autoridades por su labor ante las autoridades alemanas, también desde la sociedad civil se han organizado para hallar lo más pronto posible a la mexicana.
Caso particular es el colectivo Sor Juana 9M – Berlín, que ha creado una red de apoyo para localizar a la joven de 24 años, mediante información centralizada.
¿Cuál es el proceso de búsqueda de María Fernanda en Berlín?
Cientos de voluntarios se han sumado para formar parte de la investigación a través de visitas a hospitales, iglesias, centros para personas sin hogar, entre otros.
El colectivo ha organizado y sistematizado el trabajo para no duplicar esfuerzos y tener más probabilidades de encontrar a la estudiante, que se encontraba en el extranjero para cursar su maestría.
Las brigadas visitan los espacios públicos y a través de redes sociales se les ha proporcionado un póster de búsqueda, para pegarlo en espacios visibles de toda la ciudad, aunque las recientes lluvias les han obligado a hacerse de estrategias para que estos no se pierdan.
Cabe recalcar que el colectivo informa de manera constante a través grupos de WhatsApp sobre las brigadas, qué hacer si son cuestionados sobre la distribución de volantes, los números de emergencia y la entrega de información verídica y sin especulaciones a las autoridades.
Posteriormente, los voluntarios deben llenar un formulario en Excel que el mismo colectivo ha facilitado. En él, se solicita el nombre del lugar que visitaron, el número de contacto del sitio, el nombre de la persona que realizó la búsqueda, el estado de la búsqueda (es decir, si se encuentra completo o en progreso), el día que se llevó a cabo la misma y los comentarios al respecto.
Aunque las autoridades tienen la última palabra, el caso de la sociedad civil destaca en estos procesos de desaparición, por la forma en que se articulan y organizan para, con distintas herramientas, poder encontrar a quien no está presente, como el caso de María Fernanda Sánchez.
En México se han hecho importante, por ejemplo, los colectivos de madres buscadoras, quienes han ido generando su propia metodología para hallar a sus familiares desaparecidos.
Hoy, en Alemania, una red de amigos, familiares y voluntarios están haciendo lo mismo por Maffy, a través de estrategias y mecanismos movidos por la esperanza.