CHOLULA.- Comencé a ir al médico porque tenía fuertes dolores de cabeza. Fui al neurólogo, visité muchos hospitales en un lapso de dos años aproximadamente y finalmente terminé tomando tranquilizantes para poder dormir. Sin embargo llegó un día en que estos ya no me hicieron efecto.
Por muchos años fui una persona que andaba a prisa, nerviosa, estaba angustiada todo el tiempo, que comía demasiado y a todas horas. Todo esto me provocó un gran sobrepeso, rechazaba a mi cuerpo y tenía mucha vergüenza con la gente.
No sé por qué comía así, porque incluso me he dado cuenta que no disfrutaba la comida, que había momentos en que para no ser criticada, ni “regañada” por mi familia, me aislaba y lo hacía a escondidas en mi cuarto, viendo la tele recostada, pero sola.
Aunando a todo esto tenía mucho miedo de que mi esposo me abandonara, de que se fuera con otra mujer, porque yo no era lo suficientemente atractiva. Pero no podía dejar de comer como lo hacía.
Desde que empecé a asistir a la terapia del Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos y al ir desapareciendo mis problemas de angustia y ansiedad deje de comer demasiado. Aunque no estoy tan delgada me siento bien con mejor ánimo y mayor tranquilidad, por ello continuo asistiendo.