Altepeilhuitl, se vivió plenamente luego de 2 años

* Fe, colorido, música, cohetes, gastronomía imperó en la Fiesta del Pueblo

Por Epigmenio ROJAS CASTRO

CHOLULA.- Con mucha fe, alegría, colorido, música, cohetes, se vivió el Altepeilhuitl o Fiesta del Pueblo, en la Capilla Real o de Naturales, como cada año venía ocurriendo, registrándose una gran cantidad de feligreses, llegando los barrios para estar presente en la tradición milenaria, mediante la cual se pide para tener un buen ciclo agrícola.

Este domingo, luego de 2 años de no poder llevar  a cabo esta milenaria tradición, debido alcovid-19, las puertas de la Capilla Real o de Naturales, estuvieron abiertas, desde temprana hora, a eso de las 12 horas, empezaron a llega los feligreses para poder ir tomando un buen lugar que le permitiera el ver todo lo que ocurriría en la misa, minutos antes de las 13 horas, ya estaban las imágenes patronales de cada uno de los barrios, aguardando el momento en que saliera el sacerdote a recibirlos, y poder ingresar.

Así como lo tiene establecida la tradición, cada barrio fue tomando su lugar, tanto en el atrio, como en el interior del templo, quedando en el altar la imagen de la virgen de los Remedios, y de cada una de las 3 Circulares, para presidir la santa homilía.

Era prácticamente insuficiente el espacio en el interior de la Capilla de Naturales, ante la gran afluencia de los feligreses cholultecas, y de los visitantes quienes no perdían detalle de lo que ocurría, de cómo las imágenes eran colocadas en sus lugares, a orillas del pasillo central, junto con los alumbradores y cargos del barrio.

Ya en la homilía, se pidió por tener un buen ciclo agrícola en todo el municipio, que las lluvias lleguen a tiempo y sean las necesarias para la cosecha, si es poca la lluvia o si se excede, la cosecha se puede perder.

Por ello cada imagen patronal, fue adornada como debe ser, con frutas, legumbres y verduras, entre pencas de plátanos, flores, pan, calabacitas, elotes, coliflor y nopal adornaron a las veneradas imágenes.

Al finalizar la santa misa, se tuvo la gran convivencia, cada barrio, en el espacio que tienen designado desde tiempo inmemorables, recibieron a los hijos del barrio, a los invitados especiales de cada barrio, y ahí compartieron el pan y la sal, y alguna bebida de su preferencia.

El tronido de los cohetes se escucharon durante la celebración religiosa y luego en esta convivencia, combinándose con las notas musicales de la banda que cada barrio lleva, para acompañar en la procesión a la imagen, porque es un día de fiesta, es el Altepeilhuitl, la  Fiesta del Pueblo.