Aldo COSTILLA ROJAS
CHOLULA.- Adalberto Sánchez Sánchez, Tesorero del gobierno de San Pedro Cholula presentó su renuncia el pasado 30 de agosto. En el documento dirigido a los honorables miembros del H. Ayuntamiento de San Pedro Cholula (sic) concluye que se obliga a guardar “total secreto” respecto a la información de cualquier tipo que con motivo de su relación laboral hubiese tenido acceso.
Jorge Gómez Carranco, destacado panista en el municipio también renunció a su cargo como director del SOSAPACH, señalando que se dedicará a actividades de partido. En su lugar llega Mario Jiménez Blanca, quien se desempeñó en el mismo cargo durante la administración de José Juan Espinosa. No es sorpresa que Gómez Carranco es cercano a la dirigencia estatal de Acción Nacional y que su hijo, el regidor Alejandro Gómez López es líder juvenil estatal, ambos en posiciones muy allegadas al grupo de Augusta Rivera, liderazgo afín al alcalde Eduardo Rivera, contrarios al grupo disidente que encabeza Genoveva Huerta a quién apoyó y de quien fue creación Paola Angón.
María de la Luz Miramón, Lucy Miramón, para quienes la conocemos y estimamos, es otra de las bajas en la administración Angón. La ex-regidora manifestó en sus redes sociales que su salida obedece a que “es una persona incómoda” al interior del Ayuntamiento para algunos regidores, quienes solicitaron su salida del cargo por pérdida de confianza. En su círculo íntimo expresa que la solicitud de renuncia obedece a presiones de políticos de la vieja guardia.
El común denominador de los tres cambios es que han ocurrido en menos de diez días y en la antesala al primer año de gobierno de la administración de Paola Angón. Por una parte, portales locales de noticias atribuyen al cambio en la Tesorería como la consecuencia del opaco manejo de los recursos municipales, versión que coincide con las acusaciones hechas por varios regidores quienes han insistido en que no se conoce realmente el estado en el que se encuentran las finanzas públicas municipales. Por otra parte, se presume de un intento de los funcionarios por escapar de una administración con señalamientos no solamente políticos sino una percepción generalizada de los cholultecas de un gobierno que se hunde, de error en error, de fracaso en fracaso.
El escenario se complica. Otra interpretación sugiere que algunos funcionarios vislumbran consecuencias legales a futuro, por lo que deciden deslindarse de eventuales litigios o responsabilidades fincadas en su contra.
Los relevos en el gabinete local ocurren, por si fuera poco, en medio de una crisis política en la que a la presidente le fue inhabilitada por parte del Cabildo la posibilidad de celebrar contratos a nombre del Ayuntamiento de San Pedro Cholula. Incluso regidores de su propio partido y de la planilla que la llevó a ganar en julio del año pasado votaron en favor de restringirle suscribir tales convenios.
En ningún caso hay se vislumbra una administración exitosa pues la crisis trasciende temas burocráticos o políticos. El conflicto se vive en la delincuencia desbordada, la poca obra pública y el divorcio entre gobierno y ciudadanos. Al interior del partido blanquiazul se frotan las manos para relevarla en la candidatura de 2024. En Morena, aun sin un liderazgo definido, las chances de recuperar la presidencia municipal siguen siendo altas.