La familia en la Época Contemporánea.
Siglo XIX-XX
Por Jesús De los SANTOS
CHOLULA.- A fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX, las mujeres participaron activamente en los movimientos revolucionarios. El primer movimiento de las mujeres se centró, fundamentalmente, en la batalla por los derechos legales, quedando en segundo plano la igualdad en el terreno social y laboral. Este “movimiento feminista”, se extendió motivado por las demás revoluciones liberal-burguesas, como la independencia de las trece colonias.
El primer “feminismo”, surgió cuando las libertades, los derechos y la igualdad jurídica que habían sido las grandes conquistas de las revoluciones liberales no surtieron efecto a la mujer: en la legislación si, en la realidad no.
. El principal objetivo del movimiento de las mujeres fue la consecución del derecho de voto, nacía así el “movimiento sufragista”.
La incorporación de la mujer al trabajo asalariado, tradicionalmente masculino, ocurre por primera vez durante la Primera Guerra Mundial y se acentúa durante la Segunda Guerra Mundial ante la ausencia de los trabajadores masculinos que estaban en el frente como soldados.
Las mujeres demostraron capacidad para efectuar trabajos que se consideraban del género masculino. Este fue un paso decisivo para el logro de la autonomía de la mujer, la mujer ya gana su propio salario.
Surge la demanda de mayor educación, de igualdad. Se logra el control de la procreación, y los métodos anticonceptivos se difunden universalmente.
Con estos movimientos las mujeres exigen la igualdad de derechos civiles y políticos con los hombres. Las mujeres que participaron en ellos se negaban a admitir la situación legal marginal, que las situaba bajo el control de padres y esposos, y les negaba la condición de personas adultas.
Estos movimientos del siglo XIX y de la primera mitad del XX estuvieron compuestos por una abrumadora mayoría de mujeres de la clase media. Estas mujeres, carecían de derechos de propiedad, dependían por completo de sus maridos y estaban excluidas de toda participación política al no tener acceso al sufragio electoral.
En este ámbito se centró la lucha principal del “feminismo liberal” durante el siglo XIX y los primeros años del XX.
El derecho al voto fue una conquista social lograda después de la primera guerra mundial. En el Reino Unido se logró el sufragio universal en 1918 y en los Estados Unidos en 1920. Fue hasta bien entrado el siglo XX cuando muchos países aceptaron en su legislación el sufragio universal: derecho al voto de todas las personas adultas sin importar sexo, raza o religión.
En México se logró que las mujeres votaran hasta 1953, se otorgó el voto a las mujeres en el ámbito federal. Se cumplía así un sueño, se consumaba una lucha y comenzaba otra que aún no ve el final: la pelea por la ciudadanía plena de las mexicanas.
A pesar de todos los logros, la familia hasta la mitad del siglo XX, conservó la estructura patriarcal. Las mujeres, tanto en la legislación como en la realidad, siguieron bajo la autoridad de sus padres o maridos.
Las mujeres siguen en su lucha por la igualdad con los hombres