* Presentes los 10 barrios de Cholula * Cientos de católicos acudieron a la Fiesta del Puebla
Por Epigmenio ROJAS CASTRO, imágenes de Gregorio PORRAS
CHOLULA.- Con mucho respeto y devoción, pero llenos de alegría cientos de personas se concentraron en la Capilla Real o de Naturales, para vivir una vez más el Altepeilhuitl “Fiesta del Puebla”, tradición que ha venido de generación en generación desde la época prehispánica, es el anuncio de primicias de las semillas, los frutos y verduras que nacen de la tierra, en el catolicismo el anunció a María, del nacimiento de Jesús.
De cada uno de los templos de los distintos barrios San Miguel Tianguisnahuatl, La Magdalena, Jesús Tlatempa, San Pablo Tecamac, San Pedro Mexicaltzingo, Santa María Xixitla, Santiago Mixquitla, San Juan Calvario, San Matías Cocoyotla, San Cristóbal Tepontla, los Mayordomos salieron junto con sus colaboradores, y hermandad de cargadores, con la imagen patronal, bellamente adornada, con frutos, verduras, legumbres, granos, en fin todo lo que la madre tierra nos brinda, así como una banda de viento para complementar el inicio de la Fiesta del Pueblo.
A las puertas de la Capilla Real o de Naturales, se fueron formando de acuerdo a lo establecido desde hace muchos años, cada barrio en su lugar, ahí también la imagen de la virgen del Circular de Guadalupe, ya que es este mayordomo quien responsable de esta festividad.
El párroco Javier Solís Montero, acompañado de fray Jorge Tecuampil Chávez, padre guardián del convento franciscano de san Miguel Arcángel, en Huejotzingo, recibieron a las imágenes de los Circulares de Guadalupe, San Pedro de Ánimas y los Remedios, corresponde la organización al barrio hermano de san Cristóbal del barrio de Tepontla, este año corresponden a la Mayordomía 337, y a los 10 barrios,
Se tiene que esta gran festividad a san Gabriel arcángel, quien es el que anuncia a la santísima virgen María, que será la madre de Jesucristo, y en la época prehispánica y de manera metafórica, como se ha tomado, son las primicias de las semillas los frutos y verduras que nacen de la tierra.
Con la solemnidad de siempre se verificó la santa misa, en la cual se da gracias por la cosecha del ciclo anterior, pero se pide con mucho fervor por la del nuevo ciclo.
Al finalizar, todos los presentes se concentraron en el enorme atrio, cada barrio en la zona que le corresponde, y ahí compartieron el pan y la sal.