Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO
CHOLULA.- A lo largo de la historia incluso hasta en las películas o libros de texto hemos sabido de mensajeros chivatos o mejor conocidos como traidores que han sido ejecutados, después de haber consumado sus traiciones a manos de aquellos mismos a quienes se habían vendido.
Judas Iscariote tal vez sea el personaje bíblico más famoso de todos los traidores de la historia de la humanidad por haber sido el que delatara a Cristo con un beso de ahí la frase popular del famoso beso de judas, que por muchos siglos se ha señalado como el responsable de la aprensión de Jesús por los romanos por unas miserables 30 monedas de plata.
Para nuestro queridísimo Maquiavelo la traición es el único acto de los hombres que no se justifica y además decía los celos, la avidez, la crueldad, la envidia, el despotismo son explicables y hasta pueden ser perdonados, según las circunstancias; los traidores, en cambio, son los únicos seres que merecen siempre las torturas del infierno político, sin nada que pueda excusarlos. Ya que la propia traición política o la traición a la patria es sin duda uno de los actos más despreciables, execrables, ruines y vergonzosos que un ser humano pueda cometer contra otro, contra un grupo político, contra un ejército, contra una nación incluso contra la propia humanidad.
Cuando este acto de traición se comete por parte de alguien que por su estatus social, político militar de él depende toda una comunidad o una nación, las consecuencias pueden ser devastadoras, siendo que miles e incluso millones o decenas de millones de seres humanos puedan terminar pagando muy caro la vileza de este traidor, que por regla general suele hacerlo por esas metafóricas 30 monedas de plata como lo hizo Judas Iscariote que no le alcanzó la vida para revertir el hecho, hoy esos político buscan una posición de más poder o de no perderlo y seguir viviendo de erario público. Judas Iscariote cuando se dio cuenta del error que había cometido con esa traición a Jesucristo quiso volver el tiempo atrás, trato inclusive de devolver las 30 monedas de plata a los sacerdotes como para sentir menos culpa y viendo que ya no había vuelta atrás, horrorizado por sus actos, corrió a quitarse la vida ahorcándose él mismo. Él tuvo un poquito de honor a la última hora para imponerse así mismo el peor de los castigos, su propia muerte.
Hoy muchos no se dan cuenta que tenemos al frente del país a Judas Iscariote, vemos como traicionan a sus votantes, como los engañan con una despensa, como los oprimen con los apoyos sociales de que se los van a quitar, juegan con él hambre de la gente, lesionan y dañan a su propio pueblo, se dicen ser la esperanza de México y al final saldrá AMLO sonriente de los atolladeros, del endeudamiento qué oculta a todos los mexicanos, y para más ejemplo no sólo no suelen pagar por sus actos de cobardía y maldad, sino que, además son aplaudidos por quienes les siguen ciegamente e incondicionalmente, les mienten y engañan de frente, los emocionan con apoyos económicos, los coaccionan con los apoyos económicos y con despensa que ni les dura, que vilmente juegan con la necesidad y el hambre.
Ahora muchos actores políticos que no ven beneficio personal hacia su persona con algún cargo de elección popular (no les toco hueso) abandonan su partido, dicen ser coherentes y al poco rato ya están en otro partido con hueso en la mano. Se les olvida que cuando ellos fueron los elegidos en su momento y otros no lo fueron hubo gente que se quedó para apoyarlos que no se fueron a ningún otro partido que fueron leales a su partido y trabajaron duro para que ellos los ahora traidores obtuvieran un cargo de elección popular y se beneficiaran en su momento, pero como ahora no les tocó, no quieren trabajar y se van sin decir gracias, ni adiós.
Esto que quiere decir, fácil y sencillo que su compromiso de aquel político nunca fue real, no buscaba ni buscaría un beneficio colectivo con la comunidad, sólo detonan el beneficio personal de si y para si mismos, aplican la de si no me toca, pues no opero y me voy. Pero cinco doritos después, ya están abanderado otro color partidista.
La lucha social de activismo político es siempre de continuidad tengas o no tengas un cargo público, la lucha es constante, no de oportunidad. Los invito a que veamos a todos esos actores políticos que no fueron afortunados en esta elección 2024 en donde están, si se mantienen en su partido con brazos caídos, si salen a mover almas para un mejor futuro para nuestro país desde su trinchera, o se fueron a otro partido político en busca de un trabajito o puestecito porque sólo vieron su propio beneficio personal. Aguas con esos políticos de oportunidad ya estamos cansados y hartos de ellos, los invito a dar voto de castigo, no votemos por traidores a la patria, traidores a sus ideologías, traidores a sus convicciones. Velemos y cuidemos a México y este 2 de junio salgamos a votar todos.