Violencia contra las mujeres y las niñas todavía se da en pleno 2024

Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO

CHOLULA.- La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas y generalizadas del mundo, hablamos más o menos a nivel global de 736 millones de mujeres, para que me comprendan mejor una de cada tres mujeres han sido víctimas de violencia física, sexual al menos una vez en su vida

La violencia es un cáncer social que se ha intensificado no solo en el hogar, sino también en diferentes entornos como el área laboral, los espacio en línea esta misma que se incrementó por los efectos de la pos pandemia, los conflictos y el cambio climático, donde la solución radica en gran parte a la respuesta sólida la PREVENCIÓN. Los gobiernos destinan muy poco del recurso público no más de un 5% de ayuda gubernamental a nivel mundial va destinada a la violencia de género y se invierte del 0.3% en el tema de prevención, así de mal estamos.

Esta violencia sigue relativamente silenciada por un sistema que facilita la impunidad de los perpetradores y donde la estigmatización social y la vergüenza que sufren las victimas manifestada de un ataque sexual, de maltrato físico, psicológico, violación conyugal, o en el peor de los casos de feminicidios.

Debemos luchas no solo cada 8 de marzo si no los 365 días del año para que las mujeres no sigan siendo violentadas por algún compañero sentimental, sufran de acoso en las calles, violación por algún amigo, conocido, desconocido o incluso por parte de algún familiar, no permitir la esclavitud o explotación sexual somos seres humanos y en algunos usos y costumbres no debemos permitir que se sigan llevando practicas inhumanas como la mutilación genital o permitir el matrimonio infantil.

La violencia contra la mujer sigue siendo y será un obstáculo para alcanzar igualdad, desarrollo, paz, al igual que el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas. Lo que es más la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de no dejar que nadie se quede atrás, no podrá cumplirse sin primero poner fin a la violencia que sufren día a día las mujeres y las niñas.

Un tema tan sensible que los Gobiernos deben de tener como prioridad, y destinar más recursos para erradicar este cáncer social que afecta no a una sola persona sino más bien a toda la familia completa.