Por Gemma GRACIAN
CHOLULA.- Mis queridas y queridos lectores, hace unos días me preguntaban realmente que es la política y porque era algo tan sucio, pero el ser humano la ha descompuesto, la política es una manifestación inherente a la convivencia humana, una herramienta para gestionar los intereses y conflictos dentro de una sociedad. Su origen se remonta a los albores de la civilización, cuando las primeras comunidades humanas se organizaron para satisfacer sus necesidades básicas y resolver disputas.
La Antigüedad: Semillas de la Política
En las civilizaciones antiguas, como la sumeria, egipcia y mesopotámica, la política se manifestaba en forma de estructuras jerárquicas lideradas por reyes y sacerdotes. La organización social y la distribución de recursos dependían en gran medida del poder centralizado.
En Grecia, sin embargo, surgieron las primeras formas de democracia en la polis (ciudad-estado), donde los ciudadanos varones tenían voz y voto en asuntos públicos. Aunque limitada en su alcance, esta democracia directa sentó las bases para futuros sistemas políticos.
El Imperio Romano: Centralización y Representación
Con la expansión del Imperio Romano, la política adquirió dimensiones más complejas. El Senado romano, compuesto por la élite aristocrática, jugó un papel crucial en la toma de decisiones y la administración del vasto imperio. Sin embargo, también se desarrollaron instituciones representativas, como los comicios, que otorgaban cierto grado de participación a los ciudadanos.
La Edad Media: Feudalismo y Religión
Durante la Edad Media, Europa experimentó el feudalismo, un sistema político y económico descentralizado donde los señores feudales ejercían el poder sobre tierras y vasallos. La Iglesia Católica desempeñó un papel dominante en la vida política y social, influyendo en la moralidad y la legislación.
El Renacimiento: Resurgimiento del Pensamiento Político
El Renacimiento marcó un resurgimiento del interés por el pensamiento político y la filosofía. Autores como Nicolás Maquiavelo exploraron temas como el poder, la diplomacia y la gobernabilidad en obras como «El Príncipe», sentando las bases para el realismo político moderno.
La Ilustración: Ideas Revolucionarias
En el siglo XVIII, la Ilustración dio paso a ideas revolucionarias sobre la democracia, los derechos individuales y la separación de poderes. Filósofos como John Locke, Montesquieu y Jean-Jacques Rousseau defendieron la idea de un contrato social entre gobernantes y gobernados, sentando las bases para las revoluciones democráticas en América y Europa.
El estudio del origen y evolución de la política revela un legado rico y diverso, marcado por la búsqueda constante de formas más justas y eficientes de gobierno. Desde sus modestos comienzos en las antiguas civilizaciones hasta las complejas democracias modernas, la política sigue siendo un campo de estudio vital para comprender la naturaleza humana y forjar un futuro más equitativo y democrático.