Por Jorge GÓMEZ CARRANCO
CHOLULA.- En México hay más de 95,900 personas desaparecidas desde el año 2006 a la fecha que no hay sido localizadas todavía, ¿Cuántas familias no duermen, no tienen consuelo, sufren de tristeza, sienten desesperación e impotencia de no poder hacer nada para localizar a su ser amado?
En este sexenio de Andrés Manuel López Obrador según cifras de la RNPDNO ya fue superada al cerrar en el 2022 con más de 37,600 personas desaparecidas en pocas palabras, podemos concluir que a nivel mundial estamos en el segundo lugar en incidencias de desapariciones forzadas, secundando a Irak; nos falta regulaciones y modificaciones oportunas para agilizar la búsqueda de las víctimas, tenemos un pésimo mal gobierno rodeado de ineficacia e ineficiencia.
El estado en donde desaparecen más mujeres es el Estado de Morelos “ojo” no muy lejos del Estado de Puebla pues reportes del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) a diario desaparece una mujer, siendo las adolescentes de 10 a 19 años de edad las que corren mayor peligro ya que ellas desaparecen cada dos días aproximadamente.
¿Quién no ha escuchado hablar de “las famosas madres buscadoras de Sonora”? Son mujeres de hijos e hijas desaparecidas, ellas son las encargadas de buscar en los campos cuerpos o restos humanos, se encargan también de identificar a las personas que han sido enterradas en fosas comunes, tenemos unos 234 colectivos de madres buscadoras en el País.
Para nadie es novedad saber que el gobierno no brinda apoyo, ni recursos para la búsqueda de las personas desaparecidas, las madres buscadoras a través de juegos de lotería, rifas, donaciones e incluso muñecas Barbie, luchan para obtener recursos económicos y financiar sus recorridos ante la falta del apoyo de nuestras autoridades. Ojalá nuestra Cámara Alta (Senadores) y nuestra Cámara baja (diputados federales) se sensibilicen respecto de este tema que lastima a familias mexicanas. Ya se han presentado puntos petitorios a través de la A. C. “Voz y Dignidad por los Nuestros SLP”. Es un tema que va al crecimiento y que debemos tener línea de acción de prevención, hace falta más empatía para que se asigne un presupuesto adecuado para fortalecer a las instituciones como al personal y el equipo operativo implicado en las labores de búsqueda
Dios nos libre algún día de vivir en carne propia a través de algún amigo o conocido y ver el dolor a través de su mirada, sentir el dolor a través de sus lágrimas de no encontrar consuelo, sentir esa impotencia que les desgarra el alma de querer salir a la calle y que alguna persona de razón de su familiar y regresar sin nada, sin novedad, sin noticia alguna a sus hogares, es un dolor inexplicable lo que viven aquellas madres y padres de familia que han llorado de angustia, llorado de desesperación; son madres y padres que están muertos en vida, de verdad que ese dolor no se le desea ni al peor enemigo.
Ustedes tiene idea de donde terminan las personas desaparecidas que han sido localizadas pero no identificadas, sus cadáveres o cuerpos son apilados en unidades de refrigeración en una morgue, muchos de ellos que no han sido reclamados o identificados son incinerados o enterrados en cementerios públicos, otros más son donados a escuelas de medicina, muchos aún se encuentran en las morgues esperando a ser localizados pero las familias de ellos no tiene el recurso para viajar para hacer la identificación, es más, ni saben si quiera que han localizado a su hijo e hija porque ya fallecieron por tristeza y dolor de no haber podido encontrar a tiempo a su familiar.
El mundo ya no es como antes, donde salíamos a jugar con los amigos a la calle, ir por las tortillas solos, hacerle algún mandado a mama un poco lejos y en bicicleta, ahora las jovencitas y los jovencitos corren el riesgo latente del peligro en la calle más si van solos, la inseguridad incrementa cada día y todos quedamos vulnerables, expuestos al peligro. Cuiden de sus hijos e hijas no seamos más de la estadística y apoyemos a las madres buscadoras compartiendo retrato hablado de sus hijos e hijas en redes sociales. Alcemos la voz y apoyemos para que el Congreso apruebe el presupuesto para estas madres buscadoras que se desgarran las uñas rascando con las manos las fosas donde tiene la esperanza de hallar su hijo e hija y poder estar en paz, tener un lugar donde ir a llorarle a su familiar.