Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO
CHOLULA.- Nuestro hermoso Acapulco se encuentra bajo la ingobernabilidad de sus autoridades, nuestro puerto representa fácilmente un ochenta por ciento de la economía de ese Estado y el setenta y cinco por ciento del empleo formal, nuestros hermanos acapulqueños tienen congelada su economía, pero recordemos que Acapulco no nada más es la zona hotelera, hay pequeñas comunidades que lo han perdido todo, desde su patrimonio, familia, bienes muebles, empleo; donde las necesidades son mayúsculas para ellos los de clase baja a clase media, sin esperanza de poder recuperarse para sobrevivir; muchas familias van a tener que emigrar a otros estados vecinos buscando la supervivencia para sus familias.
Acapulco ha sido un sitio emblemático a nivel internacional, y que ahora está en el cajón del archivo de los recuerdos, su hermosa bahía y sus paisajes de luces nocturnas se apagaron, la falta de mantenimiento, de recursos públicos para levantar nuevamente a la Ciudad se ve muy lejano, para nadie es novedad ver la ingobernabilidad que se tiene ahí, los problemas que viven día a día es catastrófico. La negligencia e incompetencia de sus gobernantes es fruto de la imposición de MORENA, la necedad de López Obrador de buscar protagonismo en vez de brindar solución le va a costar muy caro para los comicios del 2024, pues así como la Pandemia de Covid 19 que dijo caerle como anillo al dedo, la tragedia de OTIS le resulto exactamente igual, un asunto de gravedad lo quiere politizar para sacar tajada política, donde vemos a una Alcaldesa que en vez de trabajar se la pasa echando porras al ejecutivo federal para quedar bien, ha sido señalada por ser una muy mala administradora municipal, Abelina López ocupa el 57 de 60 alcaldes de los municipios más importantes de México.
Salvar a Acapulco es salvar a Guerrero de la ingobernabilidad, si no se atiende el futuro económico de esa entidad dará como resultado un estallido social, ya que los problemas agudos que ha enfrentado como la guerrilla de los años setenta hasta Aguas Blancas, Ayotzinapa tienen el control más férreo el crimen organizado.
Acapulco sin expectativas de inversión futura, el valor de las propiedades destruidas puede acabar de colapsar aún más y con ella el interés de volver a invertir, la calidad y cantidad del turismo tenderán a reducirse y con ello las oportunidades de empleo y de bienestar para los casi novecientos mil habitantes.
Muchos dirán que no se puede levantar tan rápido, pero existen ejemplos de buenas prácticas que se han implementado por gobiernos como de Nueva Orleans después de que pasara el Huracán Katrina de 2005 y de Indonesia después del Tsunami en el 2004. Ambos gobiernos implementaron un proceso de reconstrucción que incluyó mejoras en el sistema de protección contra inundaciones, programas de prevención de catástrofes y una mayor inversión en infraestructura, así como programas de revitalización comunitaria. Los mexicanos no debemos dejar solo a Acapulco en manos de sus gobernantes ahora más que nunca nos necesita, apoyemos a nuestros hermanos con víveres de primera necesidad. Hoy por ellos mañana por nosotros.