* Drama, Aferrados, Víctimas y Ciudadanos Hartos*
Por Gemma GRACIAN
CHOLULA.- Queridas y queridos lectores hoy haré una crítica constructiva hacia el rumbo que está teniendo la política actualmente, el caminar y poder escuchar a diferentes grupos sociales me ha permitido ver la decadencia que ha tenido en estos momentos en nuestro país los diferentes papeles políticos, que lejos de ser políticos se han convertido en personajes que puedan encajar para ganar una contienda o cumplan los intereses personales o partidistas, y es que esto ya se ha vuelto un espectáculo… un show, una burla.
Todos levantaron la mano, esto ya es una burla y ahora confundimos la democracia con poder ser candidatos a una gubernatura o le tiran alto para llegar a menos, pero… ¿qué está pasando? Todos quieren, todos pueden, todos traen, todos pretenden que pueden llegar y esto no ha sido más que la consecuencia de poder poner a cualquier persona que no ha estado jamás en un papel así el típico “si él pudo pues yo puedo más”.
La política, como reflejo y motor de una sociedad, a menudo se teje con una intrincada trama de elementos que van más allá de la mera toma de decisiones. Estamos viviendo el drama, los aferrados, las víctimas y los ciudadanos hartos que convergen y moldean el paisaje político contemporáneo. Estos componentes no solo influyen en la percepción pública, sino que también determinan la dirección y la vitalidad de una nación.
- El Drama Político:
El teatro político, marcado por conflictos, intrigas y confrontaciones, se ha convertido en una constante en el escenario global. Desde confrontaciones parlamentarias hasta choques ideológicos en medios de comunicación, el drama político no solo atrae la atención de la audiencia, sino que también influye en la formación de opiniones y en la toma de decisiones, claro que esto ha traído consecuencias para la sociedad, se sienten agobiados por el hecho de tanta información y confusa, ya no saben por dónde caminar.
En cuanto a los políticos varios han utilizado el drama para hoy poder destacar a cualquier costo.
- Los Aferrados al Poder:
En el trasfondo de cualquier sistema político, se encuentran aquellos que se aferran a sus posiciones con tenacidad. Ya sea por motivos ideológicos, económicos o personales, estos individuos y que conocemos varios ejercen una influencia significativa en la política, a menudo desafiando los cambios necesarios y contribuyendo a la percepción de estancamiento.
Quieren seguir o peor aún repetir una mala administración, dar una segunda oportunidad y darles el voto a personas que no han cumplido acuerdos, que no han tenido lealtad y palabra, es como si volviéramos con nuestro ex, ya nos fallaron y lo van a volver a hacer.
III. El Papel de las Víctimas:
No hablo de las verdaderas víctimas, sino de aquellos políticos que lo utilizan para manipular a la sociedad y al sistema, haciéndose pasar como víctimas que en realidad no son más que personajes corruptos y con poca capacidad para poder gobernar.
- Ciudadanos Hartos:
La apatía política y el desencanto entre los ciudadanos son fenómenos cada vez más comunes, la desilusión respecto a los líderes y la percepción de que el sistema no responde a sus necesidades fomenta un ambiente de descontento y desconfianza.
La interacción entre el drama político, los aferrados al poder, las víctimas y los ciudadanos hartos forma el tejido mismo de la política actual. Comprender estos elementos es crucial para evaluar la salud de una sociedad y sus instituciones políticas. En última instancia, el desafío radica en cómo canalizar estas fuerzas hacia un cambio constructivo y sostenible que beneficie a la comunidad en su conjunto.