* Así fue el asalto a los dos sacerdotes en la México-Querétaro
MÉXICO.- La Diócesis de Torreón pidió a las autoridades aumentar la seguridad sobre la autopista, luego de que se diera a conocer sobre el asalto a sacerdotes en la México-Querétaro.
De acuerdo con el vicario José Luis Escamilla, los hechos sucedieron el jueves, cuando los dos integrantes transitaban por la vialidad y fueron interceptados con piedras.
A través de redes sociales una de las víctimas identificada como Cristian Castañeda, aseguró que salían de Zacatecas con dirección a la Ciudad de México para acudir a la residencia sacerdotal donde vivirá.
No salí solo, P. Juan venía de su tierra para encontrarnos y continuar juntos el viaje, cada uno en su coche… El viaje iba bien, tranquilo, con la emoción y los sentimientos propios de las despedidas y la expectativa abierta a la nueva experiencia en la Universidad, de cuando en cuando, le llamaba al padre Juan para preguntarle cómo iba y platicar un poco
Castañeda indicó que cuando llegaron a la autopista México-Querétaro, el padre Juan golpeó una piedra grande que estaba en el camino, por lo que tuvo que orillarse.
Era tan grande que tuvo que orillarse para revisar, parecía que se había quedado atorado en el chasis, además a unos cien metros había otros dos vehículos dañados por la misma roca; me orillé al tiempo que pude para asistir al padre, preguntar qué había pasado y revisar con él el coche
Una vez que llegó hasta donde se encontraba su acompañante, un hombre salió de entre la maleza, les ordenó tirarse al suelo y disparó en dos ocasiones.
Corrí como pude, sin pensar, alcancé a subir a mi vehículo, P. Juan estaba en el suelo, ya amagado por el otro delincuente, sólo escuché otro disparo, antes de poder acelerar, el primer sujeto estaba intentando entrar a mi coche, estaba cerrado, sólo mi puerta estaba abierta, con la pistola rompió el cristal del copiloto y logré avanzar con rapidez, dos rocas grandes golpetearon mi parabrisas, las lanzaron dos delincuentes que estaban más adelante, querían detenerme a como diera lugar
El sacerdote narró que a pesar de pedir ayuda al 911, los sujetos los siguieron atacando. Entre la confusión y la respuesta tardía de las autoridades, sintió miedo.
“Tuvimos que huir, mi llamada seguía, ¡están disparando le dije!, avanzamos en busca de ayuda para la familia, no podíamos quedarnos ¡Una gasolinera a 10 minutos!, pudimos detenernos, en mi costado había sangre, eran fragmentos de bala que habían rosado mi piel, estábamos temblando, P. Juan ileso gracias a Dios, pero despojado de sus pertenencias, de todo”
Luego de la llamada, no hubo presencia de elementos de seguridad en la zona por el asalto a sacerdotes en la México-Querétaro.
“No llegó la ayuda, no hubo responsables, sólo preguntas absurdas, sólo sonidos en el teléfono, sólo eso, TENEMOS LA PROMESA Y EL REPORTE, NADA MÁS…”
Sobre estos hechos, las autoridades no han informado sobre la detención de responsables o si tienen más denuncias al respecto.
“Estos abrazos del gobierno, son de muerte, son abrazos de impunidad, de injusticia, de profunda irracionalidad, abrazos que dejan sin aliento, que paralizan y destruyen, no se tú, pero yo no quiero volver a recibir un abrazo así…”