Por Salvador ESPINA
CHOLULA.- Sin duda, el fenómeno que ha despertado la senadora Xóchitl Gálvez ante su participación como aspirante a ser la candidata del Frente Amplio Opositor ha sido más grande de lo esperado. Pues, no solo sacudió la lógica y plan de las dirigencias de los tres partidos opositores, sino que, ha sacudido el mismo seno presidencial y de MORENA al estarse convirtiendo en un fenómeno político y social en tan solo un par de semanas.
El primer sismo que ha provocado es al interior del frente y del mismo PAN, esto porque hace unos meses parecía que todo iba a encaminarse a que por fin Santiago Creel sería el abanderado azul a la presidencia de la República después de varios intentos fallidos en el presente siglo. Una elección de años que la senadora ha logrado sacudir en tan solo dos semanas.
El segundo es haber roto con la narrativa morenista de 6 años reforzada mañanera a mañanera con respecto a la polarización entre chairos y fifis, pobres y ricos, conservadores y liberales, etc. Esto lo quebró con su propia historia de vida, origen y carisma que hace ver incluso más parecidos al arquetipo negativo que ha incrustado el presidente en la sociedad a sus propias corcholatas. Esto también lo ha logrado de forma meteórica a la par de su ascenso en no más de dos meses.
Estos fenómenos nacionales naturalmente tienen una repercusión diferente en los estados del país. La duda es ver cómo, y de que forman afectan la dinámica local lo que sucede en la capital en estos momentos.
Centrándonos en el caso específico de Puebla, se ha vuelto interesante por varias causas, la primera es que somos uno de los estados que el próximo año elegirán todos los cargos de elección popular al mismo tiempo, lo que puede atraer efectos cascada como sucedió en 2018 con el fenómeno AMLO. Otra que me parece es que Puebla puede ser uno de los pocos estados switchers del próximo año, ósea que no existe un voto duro tan grande de parte de nadie para mantener el control por décadas como sucede en otros lados.
La tercera es que Xóchitl ha dado un interesante empujón al escenario del frente en la entidad que le estaba faltando y, que, a la vez, las corcholatas de MORENA no están brindando a sus camaradas locales.
Esto debido a que ella complementa o alcanza sentimientos, grupos y votantes que no estaban logrando atraer los partidos, o que, simplemente, habían dejado de votar y que hoy se les ve más animados a hacerlo.
El claro ejemplo de este fenómeno se ve en las últimas encuestas para gobernador. Tomando la última encuesta de C&E Reserch podemos observar que prácticamente existe empate técnico entre los dos bloques. Teniendo a MORENA y aliados con 42% de las preferencias, mientras que la oposición creció hasta tener en esta encuesta un 39% de preferencias dejando a MC marginado con tan solo 3%.
Esto es relevante porque es algo que le estaba costando a los partidos lograr, crecer como marcas, aunado a esto, sigue habiendo una alta competitividad por parte del posible candidato y hoy alcalde de Puebla Eduardo Rivera que en la pugna interna parece no tener rival llevándole alrededor de 24 puntos al segundo lugar de los aspirantes del frente.
Pero también mantiene una gran competitividad con sus rivales directos de MORENA teniendo cada vez más divididos los diferentes careos. Lo que hace pensar que se puede incluso ganar o por lo menos, tener más cercana esa posibilidad.
Esto deja, en parte, las conclusiones de que el efecto Xóchitl podría ser un factor determinante en Puebla y que, cualquier error o división interna de MORENA, podría sellar la derrota del partido del presidente en territorio poblano.