* Si bien las erupciones solares pueden crear espectáculos visuales impresionantes, también tienen el potencial de afectar la infraestructura tecnológica de la Tierra, incluidas las comunicaciones
TEXAS, USA.- El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA captó la imagen de una fuerte llamarada solar emitida por el Sol.
La llamarada solar, cuyo pico fue registrado a las 13:09 horas del martes, hora del este de Estados Unidos, fue clasificada como una llamarada X1.0.
La clase X denota las llamaradas más intensas y el número proporciona más información sobre su fuerza, de acuerdo con la NASA.
Las llamaradas solares son poderosas explosiones de energía. Las llamaradas y las erupciones solares pueden afectar las comunicaciones por radio de alta frecuencia, las redes de energía eléctrica y las señales de navegación y presentar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.
La reciente llamarada X1.1 sirve como un recordatorio de la capacidad de la región para producir eventos solares significativos.
Los expertos del Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) están monitoreando atentamente la región 3341 debido a la probabilidad de erupciones adicionales de magnitud similar.
Si bien las erupciones solares pueden crear espectáculos visuales impresionantes, también tienen el potencial de afectar la infraestructura tecnológica de la Tierra, incluidas las comunicaciones por satélite y las redes eléctricas.
Expertos aseguran que comprender y predecir estos eventos es crucial para mitigar sus posibles efectos adversos.
El SWPC aconseja a las personas y organizaciones que confían en las señales de radio HF que se mantengan cautelosas durante los períodos de mayor actividad solar.
Aunque se espera que las interrupciones causadas por la llamarada X1.1 sean temporales. Las llamaradas solares son poderosas ráfagas de radiación. La radiación dañina de una llamarada no puede atravesar la atmósfera de la Tierra para afectar físicamente a los humanos en el suelo.
Sin embargo, cuando son lo suficientemente intensos, pueden perturbar la atmósfera en la capa donde viajan las señales de GPS y comunicaciones.