Por Nancy LUNA SORCIA
CHOLULA.- En la corte francesa del siglo XVIII hubo un precedente de la grapadora. Se trataba de un modelo hecho a mano para el rey Luis XVII. Cada grapa llevaba inscrita la insignia de la corte real. Sin embargo, fue el uso creciente de papel en el siglo XIX lo que generó la demanda de inventar una grapadora eficaz.
Realmente, el primer aparato para mantener unidas hojas de papel no fue una grapadora, sino una perforadora patentada por el neoyorquino William H. Rodgers, en 1859. El artefacto agujereaba las hojas, que luego podían unirse con un cordón.
La grapadora propiamente dicha fue patentada por otro estadounidense, George W. McGill, en 1866. Era una pequeña máquina de cobre y zinc capaz de atravesar papeles con una grapa metálica y mantenerlos sujetos. Los primeros modelos sólo admitían una grapa, así que había que recargarlos constantemente.
Rápidamente el aparato fue perfeccionándose y reduciendo su tamaño, y en 1879 McGill produjo el primer prototipo alimentado automáticamente con una tira de grapas, de modo que ya no era necesario recargarla tras cada uso.
Cuando se patentó la primera engrapadora. En este primer modelo, la máquina introducía la grapa, pero no la doblaba: tenía que hacerse a mano. Otro inconveniente era que sólo podía contener una grapa a la vez. En 1879 la compañía McGill inventó una grapadora que doblaba los extremos de la grapa, aunque aún tenía un depósito con capacidad para una sola grapa, por lo que no era muy práctica.
En 1895, la compañía Hotchkiss diseñó una grapadora muy semejante a la moderna, con una tira de grapas que podían ser colocadas una tras otra, aunque tenía dos inconvenientes: Se requería un golpe realmente fuerte para desprender la grapa de las demás y cargarla tomaba varios minutos.
Finalmente, en 1937, la compañía Swingline creó la “Swingline Speed Stapler No. 3”, cuyo mecanismo de carga es idéntico al actual y que podía ser manejada con poca fuerza, haciendo del grapado algo sencillo y práctico. Cabe destacar que las grapadoras actuales difieren poco de ésta y que las mayores modificaciones se han hecho en la estética, no en el mecanismo.
Como curiosidad, diremos que este aparato hoy tan común se llama abrochadora en Argentina, corchetera en Chile, cosedora en Colombia y presilladora en Cuba. En inglés, grapadora se dice stapler, en francés agrafeuse y en italiano graffettatrice, spillatrice o pinzatrice.