Traje de Charro

Por Nancy LUNA

CHOLULA.- Uno de los distintivos del país en el mundo es el traje de charro. Sombrero de ala ancha, pantalón con chaparreras, chaqueta con botonadura vistosa y botines, aunados a la música de mariachi, integran un motivo de nostalgia para los mexicanos que están fuera de su patria.

El personaje que monta a caballo usa pistola para encarar a sus enemigos y una guitarra para atraer a las mujeres con canciones rancheras, también es hábil en faenas del campo como lazar y montar reses bravas, como elementos de un deporte nacional denominado charrería, cuyo día nacional es el 14 de septiembre.

El traje charro es un símbolo nacional que refleja la cultura y la identidad nacional de México. Su historia se remonta a partir del siglo XVI (surgido en épocas del mestizaje). Tan sólo un siglo después bastó para que el traje de charro evolucionara con finísimos trabajos artesanales, tales como botones de oro y plata y múltiples bordados. A mediados del siglo XIX, fue modificado, sin embargo, se han conservado detalles originales del diseño. Uno de los íconos sociales históricos que fue fascinado por los trajes charros fue Maximiliano de Habsburgo, segundo emperador de México y único monarca del denominado Segundo Imperio Mexicano.

La adopción del traje charro en los mariachis se remonta a principios del siglo XX, puesto que antes los mariachis vistieron atuendos cotidianos de campesinos, luego entonces comenzaron a presentarse con el traje charro añadiendo colores y ornamentos distintos a los originales. Esto lo decidieron en principio para distinguirse de los jinetes charros y en segunda para demostrar al mundo su propia identidad.

Este tipo de vestimenta generó a la vez un gran impacto social, puesto que ennobleció la prenda y no necesariamente por ganar simpatía en México sino por el porte y presencia que denotaba. De igual forma había rutas charras, donde se establecían los puntos clave de los cascos de hacienda de los charros.

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