Por Nancy LUNA SORCIA
Santo Grial
CHOLULA.- Fue la copa que usó José de Arimatea para recoger la sangre de Jesucristo cuando estaba en la cruz. También se dice que fue la misma copa usada durante «La última cena».
Según cuenta la leyenda, el Santo Grial fue utilizado en Jerusalén por los apóstoles. Luego paso a Antioquía, llevado por San Pedro llegando finalmenta a Roma.
Allí fue utlizado por 23 Papas hasta que el último en usarlo fue San Sixto II, quien asustado por la persecusión romana lo envió a España para ser guardado y escondido en las montañas de Aragón, pero nunca logró ser encontrado.
La Tumba de Nefertiti
Tras su muerte fue momificada, pero su cuerpo desapareció, lo que desató grandes especulaciones. Poca información se tiene incluso de su muerte, aunque en 2003, un investigador de University of York, dijo haber encontrado la momia en la tumba KV35 del Valle de los Reyes en Egipto, una teoría que generó gran polémica y a la fecha no es reconocida. En estos últimos días, se descubrió evidencia sobre una cámara funeraria detrás de las paredes de la tumba de Tutankamón, la cual podría esconder la tumba de su madrastra, Nefertiti.
Nefertiti nació en 1370 a. C., en Tebas. Su nombre se puede traducir como la bella mujer que ha venido.
El Galeón de San José
Se dice que era un barco cargado de tesoros; provenían de las colonias de Cartagena y se trasladaban a España, en el 1708, bajo el mando de José Fernández de Santillán.
Un buque lleno de oro y plata que, se dice, tenían un cargamento valuado en 5 mil millones de dólares; nunca llegó a su destino.
Su desaparición
Según trascendió los motivos de sus desaparición fueron: el mal clima, más el encuentro con un barco inglés llamado «Expedition», se interpusieron en su camino y se generó una batalla que terminó hundiendo el barco en el mar caribe a 210 metros de profundidad.Hasta el mometno, nadie logró encontrarlo y se volvió uno de los tesoros más buscados.
La Tumba de Genghis Khan
Líder de un imperio que abarcaba desde Asia y parte de Europa. Dueño y señor de Mongolia, ordenó que al morir fuera puesto en una tumba con difícil acceso para evitar que ésta fuera saqueada. Él mismo ordenó la construcción de dicha tumba y mandó matar a todas las personas que construyeron sepulcro llamado «Burjan Jaldún».