Por Salvador ESPINA
CHOLULA.- En cualquier empresa, asociación, escuela e incluso en nuestras propias vidas es importante vivir con congruencia con nosotros mismos y lo que profesamos, más allá de los errores que nuestra misma naturaleza imperfecta causa. Esto lo menciono porque dentro de todas las instituciones formales, las que deben tomar con más responsabilidad la labor y honorabilidad de sus miembros son los partidos políticos, esto por su labor e impacto en la vida de la gente y en el desarrollo del país.
Por ello, es de suma importancia la introspección de los partidos para ver si están cumpliendo con su función formal, el vivir una vida interna y externa acorde a sus valores y principios, así como el velar por tener liderazgos, gobernantes y militantes que vivan con congruencia y plena transparencia.
Hablo de esto debido a que en las últimas semanas el escenario político en Puebla se ha movido mucho en las diferentes trincheras pues, por ejemplo, en MORENA se vive una lucha a muerte por la candidatura a gobernador donde de una u otra forma todos los interesados tienen ciertas fichas para poder ser la o el abanderado de la 4T. Sin embargo, quisiera ahondar en mi partido, que es Acción Nacional.
El PAN siempre se ha caracterizado por tener una respetada vida democrática interna, lo que ha generado muchas veces batallas y roces importantes al interior del mismo. Hoy la cosa no es diferente, sin embargo, la diferencia son las razones por las que hay disenso de opiniones más allá de quién se queda con los espacios para el 2024. Y esto se debe a que, en la candidatura más importante de las que hay, se erige un claro prospecto con mucha ventaja sobre el resto, este es el alcalde Eduardo Rivera, lo que aliviana los conflictos que esto puede producir como le está sucediendo a MORENA por la falta de competencia real entre los aspirantes azules.
Ahora bien, ¿a qué razón me refiero que son diferentes a ocasiones pasadas y por lo que puse el título de esta columna? Lo que quiero decir con esto es que hoy se busca dejar sin dudas la transparencia con la que el PAN busca presentarse a la ciudadanía en 2024 pese a quien le pese. Pues, en este sentido el “barrer la casa” y el acabar con malos hábitos genera incomodidades, así como separar de una u otra forma a las personas que manchan la imagen del partido y abusan de la confianza que las y los poblanos depositaron en ellos.
Es por ello por lo que, en las últimas semanas, han surgido dos escándalos que perjudican a un diputado local por violencia de género y a la exdirigente estatal por no contar con cuentas claras que expliquen los gastos realizados durante esa administración.
Estos procesos son loables y valientes por lo que puede repercutir en temas electorales. Sin embargo, no tengo duda que es el camino correcto y que puede terminar con la corriente (como ideas y prácticas, no como personas) más dañina, toxica y anti doctrinal que ha tenido el PAN en el estado.
Por ello, celebro y respaldo esta decisión en nombre no solo de mejorar la imagen del PAN, sino de reivindicar un poco el verdadero propósito de la política como vocación de servicio en la construcción del bien común, por eso podemos decir que; escoba que no se gasta, casa que no se limpia.