Por Sofía LINARES
HUEJOTZINGO.- El tradicional carnaval, estuvo invadido de alcohol e inseguridad en todo sentido, actos negativos que dañaron la imagen del evento no realizado en 2 años, al grado que se empiezan a levantar voces para que de plano sea ya cancelado, por ser inseguro. Otras tradiciones en distintos puntos del Estado, han sido suspendidas de manera definitiva, que en este caso autoridades municipales y participantes, lo ponen en peligro de que desaparezca.
Días previos al evento y como medidas preventivas el gobierno municipal anuncio se tendría una regulación con la venta del alcohol durante los días del carnaval, aseguró que habría la fuerza pública suficiente para garantizar la seguridad de los visitantes y de los mismos huejotzingas, y otros anuncios más, para lograr el saldo blanco; al final todo lo contrario carnavaleros ebrios por toda la ciudad, desde días previos al gran día, ya se tenían casos de desorden, accidentados por manejar el mosquetón bajo los efectos del alcohol.
El día de mayor concentración de visitantes, generadores de derrama económica, se tuvo inseguridad, robo de auto partes y hasta de vehículos, dejados en las calles de la ciudad, por carecer de estacionamientos, por lo menos provisionales en terrenos cercanos al centro de la ciudad, en donde se garantizara la seguridad de la unidad.
Huehues, borrachos, antes del desfile y así los dejaron participar, responsables de los batallones se hicieron los desentendidos, para evitarse problemas con sus compañeros, amigos, compadres o familiares.
La venta de alcohol por todas partes, además el consumo del alcohol durante el desfile se vio, los enmascarados iban tomando cerveza al ir en la columna, lo cual se supone estaba prohibido.
Angélica Alvarado, disfrutando del evento, muy a su estilo, empinando el codo con la cerveza, o bailando con su “artista contratado” que molesto a los verdaderos carnavaleros, porque nada que ver con el evento, solo que le gusta a la alcaldesa.
Ahora ya se levantan las voces sobre que se debería de cancelar la realización de esta tradición, por lo inseguro que resulta en todo sentido, en tanto la alcaldesa ha mantenido un gran hermetismo, no da una postura sobre los hechos registrados.