* La víctima empleada del ayuntamiento
Por Epigmenio ROJAS CASTRO
CHOLULA.- Bastó un descuido para que una trabajadora del ayuntamiento, fuera víctima de un “mariposero”, sujeto que pese a que la bicicleta tenía candado, y estaba a las puertas de palacio municipal, se la llevara sin que nadie se percatara de ello.
La víctima, empleada del ayuntamiento, llegó a palacio municipal en su bicicleta, tenía que entregar una serie de documentos, así que dejó su medio de transporte ahí, a unos pasos de la puerta, y fue a cumplir con su trabajo.
Regresó y grande fue su sorpresa, al ver que la bicicleta ya no estaba, preguntó al personal de guardia, que por cierto tiene la encomienda de ver que todo ciudadano se anote para saber quién entra o sale de palacio, y no se dio cuenta en qué momento se la robaron, y menos quien lo hizo
Desconsolada, por ser blanco de esos “mariposeros”, se lamentó que se sigan dando robos de bicicletas, sujetos sin conciencia del daño que le causan a quienes más necesitan, y que ocurriera en un lugar donde se supone hay vigilancia, es paso de muchas personas, y nadie se percató del robo, porque la bicicleta tenía candado, no la podían llevar rodando.