210-C “SOSPECHOSISMO”
Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA
CHOLULA.- Realmente se ha olvidado, que una vez tomado el poder electo por la ciudadanía, las banderas partidistas deben abandonarse para gobernar. La democracia es patrimonio moral de todos los ciudadanos y, se realizan elecciones, para votar por las mejores propuestas, antes que por las personas. Una vez ganados los comicios, deberíamos subirnos al mismo barco, para cooperar al desarrollo de nuestras comunidades. Esto no quiere decir que se abandonen las corrientes que se profesan, pero no se debería gobernar con ellas, ni abandonar la militancia de cada quien en sus partidos. La gran mayoría de los que quedaron en la oposición, deben y tienen que existir, son necesarios para el desarrollo de la democracia; gran parte de su militancia, no tiene culpa alguna del desprestigio que han sufrido sus instituciones, por la voracidad material de muchos de sus dirigentes, que ha llegado al extremo de lo increíble.
¡Válgame san Crispín el Calzonudo!
Algunas personas están siendo manejadas por otras de aviesos intereses y no se les debe coartar el derecho de manifestarse. ¡A nadie! Así lo mandan los cánones de la democracia. Aunque los interesados, las manden a la guerra sin fusil. Yo creo que desconocen que para emprender cualquier lucha social, por sencilla que esta sea, se deben preparar cuadros que enarbolen sus opciones, sus reclamos, pero con argumentos razonables, no al vapor, sin ninguna base firme, solo porque les cae mal el señor fulano o por que afectó intereses mal habidos de quien los manipula. El que Amlo sea Presidente, es el resultado del sufragio de la mayoría de los mexicanos y solo por ese hecho, se debería reconocer y respetar la decisión. Bueno o malo, debe continuar su gestión, cuando menos hasta que se confirme o rechace su mandato en el 2021, que él mismo propone.