“Sospechosismo” 209-C
Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA
CHOLULA.- Los legisladores que votaron por la reforma energética que reían y hasta se burlaban con exceso de sarcasmo al emitir su voto, resulta que hoy nadie es culpable. Sostienen que el delincuente Lozoya, no tiene poder de credibilidad, que todo es teatro e imputaciones falsas. Antes, el hecho de guardar secretos de corrupción, se le llamaba “INSTITUCIONALIDAD”, lo cual se fue convirtiendo en una especie de hermandad.
Aquel que denunciaba, quedaba automáticamente fuera del sistema. Al delincuente Lozoya, lo han dejado solo todos sus cómplices, de tal forma que esa “Institucionalidad”, ya no es válida. Por eso y por salvar parte de su pellejo, decidió convertirse en testigo colaborador, que es algo similar al testigo protegido, como tienen en EEUU, al Chapo, García Luna y la Barbi, entre otros, lo que completará la explosión en este peliagudo tema, que está dando ejemplo en todo el mundo, tanto de lo malo, como de lo bueno.
Si no Pueden, no Repartan
Hoy todos los implicados y hasta los que aún no tocan, niegan todo o se curan en salud. Alegan ser CAMPAÑA POLÍTICA de AMLO para desprestigio de la oposición. Pero ¿Qué más se puede desprestigiar a lo desprestigiado? Y no me refiero a la militancia decente, la que cree y defiende los postulados de sus partidos, sino a los que usaron a esas organizaciones tan solo para enriquecerse con el dinero de todos, traicionando a sus militantes y su lucha social, para lo que son los partidos políticos, que moralmente se encuentran derrotados, deberían pensar en refundarse, en renovarse y empezar de nuevo en este ambiente democrático de hoy. No solo con cambio de personas sino con banderas nuevas de lucha social. Porque no solo la expulsión de los corruptos, limpiará su imagen de haber creado un narco gobierno, sino nuevas opciones de lucha.