Por Salvador ESPINA
CHOLULA.- Sin duda alguna el escuchar la muerte de un ser humano de forma repentina es inesperado y sorprendente, pero cuando esa persona es el gobernador de tu estado es una situación que despierta mucha intriga y angustia por el futuro venidero.
La muerte del gobernador Barbosa debe, primero que nada, hacernos brotar respeto y luto hacia el y con su familia por esta perdida. Sin haberlo conocido personalmente veía al exgobernador Barbosa como un político profesional y experimentado en los temas de la administración y mediación de los asuntos públicos, un personaje con un carácter protagónico que hacia que sus declaraciones y acciones tuvieran un sello muy distintivo.
Por otro lado, esto ha sido un shock para muchos por haberse dado de manera tan repentina y por la historia reciente de haber tenido tantos gobernadores en tan poco tiempo.
La situación política ha dado un giro importante con este hecho de cara a nuestro presente, así como el futuro inmediato de cara al 2024. Con la entrada del gobernador suplente Sergio Salomón el grupo del ex-gobernador sigue en control del gobierno y de la situación política en Puebla y en MORENA dentro del estado. Esto bien, puede generar mayores divisiones y conflictos al interior de MORENA, así como menor control de esta situación en el partido permitiendo mayor competencia de cara a la elección de candidatos y abriendo el espacio a grupos minoritarios y marginados políticamente a resurgir, como es el grupo encabezado por la ex-presidente municipal Claudia Rivera.
Esta situación me recuerda un poco a la que sucedió cuando fallecieron los ex-gobernadores Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso aquel 24 de diciembre. En donde ambos personajes estaban en la cúspide de su carrera política, en donde eran los personajes y jefes políticos más importantes de Puebla y dentro del panismo nacional eran cabezas que prometían incluso liderar la candidatura presidencial de 2024.
Una realidad en la que hoy, el personaje más perseguido por aquel morenovallismo omnipotente, es el actual alcalde de la capital y líder político del panismo en Puebla, incluyendo en su gobierno a gran parte de aquel morenovallismo tajante.
Las dos mayores reflexiones de estos hechos que nos vuelve a recordar la muerte del gobernador Barbosa (en paz descanse), es que en la vida y en la política, antes que enemigos o aliados, somos seres humanos y es en estos momentos en donde mostramos “el cobre” de cómo reaccionamos a estos hechos sin importar a quien le pasen, porque tal vez, algún día, estemos del otro lado de la moneda. Mientras que la otra es que, todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, por lo que siempre debemos obrar y hablar con honestidad teniendo esa idea en la cabeza.