Por Aldo COSTILLA ROJAS
CHOLULA.- La semana pasada desayunaron en el hotel Villas Arqueológicas los expresidentes de San Pedro Cholula: Arturo Carranco, Ramón y Miguel Blanca, Francisco Castillo, Francisco Covarrubias, Alejandro Oaxaca, Juan Pablo Jiménez y el impresentable Alberto Arriaga. La fotografía provocó desde intriga y sorpresa por los temas que se pudieron haber tratado en esa reunión hasta repudio entre quienes reprueban a alguno a todos los ahí presentes. El hecho es que en San Pedro Cholula, la sucesión presidencial se decide, desde hace mucho tiempo, como si de la época prehispánica se tratara, por un grupo compacto, llámense las familias o los microgrupos de poder. Por lo tanto, la lectura es que quienes han tenido la experiencia de gobernar al municipio conservan el interés de incidir en las decisiones de la ciudad y, seguramente, ante la debacle de la administración Angón ya se preparan para idear las estrategias y, como clase hegemónica, conseguir los acuerdos y consensos de cara a la próxima elección.
Destaca que en esa fotografía no hay distingo de posiciones políticas, lo que me recuerda, en su justa proporción, la reunión que tuvieron los expresidentes de Estados Unidos Bush hijo, Bush padre, Clinton y Obama, cuando, sin importar ser republicanos o demócratas se alinearon en contra del trumpismo. Insisto, en una dimensión muy alterna, ¿será que ya hay una alineación paralela al angonismo? Porque, por mucho que los intereses de élite o los acuerdos cúpulas se estén cumpliendo, dudo mucho que estén satisfechos cuando la mayoría de los cholultecas está en descontento con el gobierno municipal. ¿Acaso el regidor Oaxaca busca un acuerdo y el respaldo para emerger como el candidato en común? Entre otras cosas, a excepción de Arriaga, algo que no se le puede cuestionar a los fotografiados es el arraigo que tienen ¿acaso verían con buenos ojos a la diputada Tonantzin como aspirante? Por cierto, y eso se tratará en otra columna, vale la pena comentar sobre la diputada quien, con la lamentable muerte del gobernador pierde a su principal aliado en sus aspiraciones a la presidencia de Cholula.
Finalmente, la ausencia más marcada es la de la panista Dolores Parra, miembro del comité estatal del PAN. La también exdiputada marca distancia con los ex alcaldes y la principal conclusión es que ante una eventual postulación está no tendría el apoyo de los políticos o tendrían que construirse grandes acuerdos en los que se suscriban compromisos. Otro ausente, por obvias razones es José Juan Espinosa que de no ser por estar prófugo o en las tinieblas ya estaría manoseado con poner orden, como si su propia carrera no estuviera ya desordenada.