CHOLULA.- Se escucha por ahí que es desesperante el permanecer encerrados, molesto el usar el cubre-boca, y demás medidas sanitarias, pero al final se tienen que seguir las medidas sanitarias, que permitan a todos juntos, como sociedad, superar la pandemia, porque aunque complicado, no es imposible el hacerlo, y un poco más fácil el hacerlo. Aquí no se puede buscar culpables, no se puede decir que no se hacen bien las cosas, o que para que todos hagan caso, se les tiene que sancionar, que a veces si dan ganas de multarlos o darles sus nalgadas, más que acusarlos con sus abuelitos; es tener conciencia de lo que se está viviendo, y ser responsables en usar y respetar las disposiciones oficiales, para prevenir contagios. ¿Será? Se escucha por ahí que reabrieron sus puertas algunos templos, y muchos feligreses acuden a escuchar misa, a sabiendas de que no es como en el pasado, que hoy se debe ir con cubre-boca puesto de manera correcta, aplicarse gel antibacterial al momento de entrar al templo que ha sido sanitizado, guardar la sana distancia, así que no se vale, que porque no desean acatar dichas medidas, no solo insulten al comité de recepción, sino hasta les mienten la madre. Ellos solo les orientan, y lo vienen haciendo con respeto, así que esas personas que se ofenden, si no gustan de acatar las disposiciones oficiales, que ni siquiera emanaron de los sacerdotes, sino del gobierno federal y el Estado, lo mejor que pueden hacer, es quedarse en casa, y así ni corren el riesgo de que los contagien, o que ellos puedan contagiar a alguien. ¿Será? Se escucha por ahí que algunos vecinos del barrio de Mixquitla, están muy agradecidos con el personal de Protección Civil, porque cada que llueve están ahí presentes, limpiando las alcantarillas, y trabajando en favor de los vecinos. Qué bueno, porque así como hacen señalamientos contra funcionarios, reconozcan que hay quienes a costa de su seguridad personal y hasta de sus familias, están ahí para ayudarlos. ¿Será? Se escucha por ahí que los productores de fruta en la zona de San Nicolás de Los Ranchos, están padeciendo un nueva crisis económica, derivada de la pandémica que vivimos todos. Resulta que sus ventas se han desplomado hasta el suelo, no venden sus productos, que en verdad ofrecen a precios muy, pero muy económicos. Eso los orilla tomar la decisión de ya no cortar la fruta, están optando en dejarla en los árboles, que se coman los pajaritos, y si por madura cae el suelo, se convierta en abondo para la tierra. Es el momento de que todos, les apoyemos comprándoles la fruta, que de paso sea dicho, es de muy buena calidad, que al momento de comprarles, viajen mentalmente a un centro comercial, en donde nadie se atreve a regatear, se paga el precio marcado, y eso es lo que deben de hacer cuando a la marchanta, se pregunta el precio de su fruta, del producto que traen desde el campo, con la esperanza de poder ganarse unos pesos, para poder sacar adelante a la familia o bien contribuir a la economía familiar, que al igual que los citadinos, tienen que pagar su luz, comprar útiles escolares para los hijos, es decir afrontar los gastos que toda familia tienen. Apoyémosles comprando a los locales, no en las grandes tiendas. ¿Será? Se escucha por ahí que apenas se anunció el cambio a naranja, en el semáforo Covid-19, los centros comerciarles se vieron abarrotados el pasado fin de semana. Malo, muy malo, porque no respetaron la sana distancia, muchos no llevaban puesto correctamente el cubre-boca, y eso puede generar contagios. Bueno, en parte, porque reflejó que pese a todo, hay dinero para ir a gastar, o a endeudarse con las tarjetas de crédito, que por cierto, los bancos no dieron, ni darán facilidades a nadie, por hacer uso del dinero plástico. Al contrario, esos súper millonarios, quienes ven como les llegan miles, millones de pesos, a sus carteras o cuentas bancarias. Así que deben de ser prudentes, para salir de casa, y más aún de gastar un dinero que no se tiene. ¿Será? Se escucha por ahí que en años pasados, para estas fechas se veían a muchos vendedores ambulantes, ofreciendo adornos patrios, hoy no se ven, y quizá ni se vean. Dicen por ahí, ya vendrán tiempos mejores, y si nos cuidamos todos, los podremos disfrutar en familia, con los amigos, por vía de mientras a cuidarse todos. Abuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrrrrrrr.