Energía limpia, la visión caduca del actual Gobierno

Por Cuauhtémoc BETANZOS TERROBA

CHOLULA.- En varias entregas he mencionado la gran deuda que el Gobierno de la República tiene con la Agenda 2030 en general hoy quiero hablar de uno de los puntos en particular: la generación de energías no contaminante.

De acuerdo con los datos del Atlas Global del Carbono, un proyecto de la red internacional de científicos Future Earth y la ONU, en México se emitieron en un año 477 megatoneladas de dióxido de carbono, convirtiéndolo en el líder de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en América Latina. A nivel mundial, México ocupa el puesto 12 en una clasificación mundial que está encabezada por China y Estados Unidos.

En este tema el actual Gobierno de nuestro país ha ejecutado e implementado diversas acciones y políticas que atentan contra el medioambiente y sugieren una falta total de compromiso ecológico, siendo la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional, que emitió la Secretaria de Energía, la más reciente.

Dicho acuerdo establece una serie de medidas que limitarán el crecimiento y operación de las centrales de energías renovables, privilegiando el uso de carbón y petróleo. Pero esto no es nuevo: el Gobierno ha atentado en más de una ocasión contra la generación de energías limpias. El año pasado, el Centro de Control Nacional de Energía (CENACE), encargado de operar el sistema eléctrico del país, suspendió las pruebas operativas de plantas eléctricas tanto solares como eólicas.

La visión obsoleta, del actual Gobierno Federal, en cuanto a medio ambiente se refiere no solo se exhibe en estas decisiones, sino también en sus principales proyectos. Por ejemplo, la refinería en Dos Bocas en Tabasco, misma que representa un ecocidio en la zona de los manglares, tendrá un costo aproximado de ocho mil millones de dólares, mismos representa la apuesta caduca a los combustibles fósiles.

De acuerdo con un estudio realizado el año pasado, del más de medio millón de palabras pronunciadas durante las 100 primeras “Mañaneras”, las que tienen que ver con sostenibilidad suponen un 0,007%. Para ese entonces, había utilizado solamente tres veces “ecología” y 35 veces “medioambiente”. A esto hay que añadir la reducción en un 20% del presupuesto destinado a la Secretaria de Medio Ambiente.

Lamentablemente, queda muy clara la poca importancia que el actual Gobierno tiene por el medioambiente y la generación de energía limpias. En un país que cuenta con 12 distintos ecosistemas vegetales, 58 tipos de vegetación y un buen número de especies endémicas que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta, el Gobierno pone nula atención al cuidado del medio ambiente.

La Agenda 2030 debe entenderse como un instrumento orientador de políticas públicas, el Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador tiene la obligación de voltear hacia el futuro, el mundo demanda una visión moderna e integral en cuanto a generación de energía se refiere, esto para hacerla de más fácil acceso y que no atente contra nuestro entorno. Retomemos el camino de las energías limpias, un buen primer paso debe ser una legislación que incentive y permita la inversión con certeza, certidumbre y beneficios fiscales para la transición a energías no contaminantes.